Santo Domingo.-La estrategia, que hoy en día resulta indispensable para alcanzar objetivos, y que se ha quedado en manos de la política, a pesar de tener su origen en la guerra, estuvo presente a lo largo de la extensa reunión del Comité Político del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) del domingo pasado.
Esa guerra de estrategias tuvo como polos enfrentados a los dos líderes del peledeísmo, Leonel Fernández Reyna y Danilo Medina Sánchez, quienes mantuvieron posiciones tan cerradas que sólo el futuro determinará con exactitud quién ganó el “match” en torno a reinstaurar en la Constitución de la República la figura de la reelección presidencial.
En un análisis iconográfico del resultado de la reunión, en el plano de lo denotativo, es decir, lo que representa, ganó la reelección 24 votos a 11; pero en la parte connotativa, que tiene que ver con el significado de las cosas, habría que esperar a ver si la estrategia de Medina Sánchez fue correcta para mantenerlo en el poder más allá del 16 de agosto del año 2016.
Durante su turno, Fernández Reyna se remontó a acciones estratégicas de casi dos milenios atrás, y observó que el general fenicio Aníbal, uno de los estrategas militares de la Segunda Guerra Púnica, estuvo victorioso frente a Roma y prefirió no atacar al ícono del Imperio Romano debido a eventuales consecuencias negativas.
El presidente de los peledeístas no entró en detalles, pero obviamente se estaba refiriendo a que en el año 216 a.C. Aníbal venía de derrotar a los romanos en Cannas, ocho legiones, caballería y tropas auxiliares que totalizaban más de 80,000 hombres.
La superioridad numérica de los romanos hacía presagiar el fin de Aníbal en la península Itálica, pero el resultado de la batalla fue la masacre del ejército romano.
Los demás 34 miembros presentes en la reunión del Comité Político pensaban que a seguidas Fernández Reyna citaría a Pirro, Rey de Epiro, quien también venció a los romanos, pero con gran costo político y económico, al punto que se le atribuye haber pronunciado la frase: “Otra victoria como esta, y volveré solo a casa”.
Y es por eso que se considera una victoria pírrica aquella que se consigue con muchas pérdidas en el bando aparentemente o tácticamente vencedor, pero que tal triunfo le puede terminar siendo desfavorable.
La votación
La votación 24-11 causó sorpresas, en algunos casos, y en otros, decepciones, entre los dos líderes del PLD, aunque se daba como un hecho que la reelección pasaría en el organismo, dado el peso favorable que ejerce Medina Sánchez por su condición de jefe de la Administración Pública.
A pesar de que lo habían adelantado, algunos en la reunión se sorprendieron de que los cuatro precandidatos votaran contra sí mismos para respaldar la propuesta de la reelección.
Ellos son Francisco Javier García, Reinaldo Pared Pérez, Temístocles Montás y Radhamés Segura.
Se estima, sin embargo, que estratégicamente la posición es correcta políticamente, debido a que están a la caza de los votos de Medina Sánchez, en vista de que son conscientes de que el futuro de un proyecto de convocatoria de la Asamblea Nacional, con el propósito de revisar la Constitución de la República, es incierto.
Los promotores de la reelección aspiraban a alrededor de 28 votos en el Comité Político. No levantaron sus manos por la reelección Fernández Reyna, Margarita Cedeño, Rafael Alburquerque, Franklin Almeyda, Radhamés Jiménez, César Piña Toribio, Bautista Rojas Gómez, Alma Fernández, Alejandrina Germán, Abel Martínez y Julio César Valentín.
El Presidente de la República no votó a favor, pero solamente lo hizo por una cuestión ética, en vista de que él mismo pidió el voto favorable.
Su asistente personal, Carlos Pared Pérez, tomó su turno, abrió un maletín y comenzó a sacar papeles de consultas que habrían hecho a la población que, a su juicio, concluía en “cuatro años más para Danilo”.
Al parecer los reeleccionistas tenían entre posibles adhesiones a César Pina Toribio, Alma Fernández y Alejandrina Germán, pero no resultó así en el escenario.
Un voto que no estaba en carpeta para la reelección era el de Jaime David Fernández Mirabal, dada lo encarnizado de la confrontación que sostuvo justamente con Medina Sánchez en la disputa por la candidatura presidencial, en 1999.
Durante la campaña electoral que lo llevó a la Presidencia de la República en 2012, el entonces candidato peledeísta tuvo que emplearse a fondo para conquistar a los “jaimitas”, que todavía guardaban algunos requemores, 13 años después.
Los demás votos proreeleccionistas fueron de José Joaquín Bidó Medina, Lidio Cadet, Yomaira Medina, Rubén Jiménez Bichara, Simón Lizardo, Juan de los Santos, Miriam Cabral, Gonzalo Castillo, Carlos Pared Pérez, Radhamés Camacho, José Tomás Pérez, Euclides Gutiérrez Félix, Carlos Amarante Baret, Eduardo Selman, Cristina Lizardo, José Ramón Fadul, Ramón Ventura Camejo y Felucho Jiménez.
Todos ostentan un cargo público o electivo. En un momento, alrededor de las 4:00 de la tarde, Fernández Reyna intentó dejar la reunión, pero uno de sus seguidores le susurró: “Presidente, vamos a esperar la votación para saber quién es quién”.
¿Falló la estrategia en el máximo órgano peledeísta?
Mientras se intenta la modificación constitucional en el Congreso Nacional, el PLD estará “congelado”, en vista de que no podrá avanzar en la escogencia de sus candidatos a la Presidencia y la Vicepresidencia de la República, senadurías, diputaciones, alcaldías y regidurías para los comicios previstos a celebrarse en mayo del año 2016.
Ese congelamiento podría extenderse, incluso, a la espera de una decisión del Tribunal Constitucional, en caso de que se presentaran recursos si no se realiza un referendo para la reforma a la Carta Magna.
El ambiente a lo interno de la organización fundada por el profesor Juan Bosch, el 15 de diciembre del año 1973, deja abierto el camino de la confrontación entre los liderazgos del peledeísmo.
En principio, parece que el Comité Político pudo haber incurrido en un error estratégico que lo expone al desafío de sus decisiones para el futuro, pero será el tiempo que hablará en ese sentido, ya que una eventual candidatura de Medina Sánchez sería solo el medio, mas no el fin, que correspondería a ganar los comicios del año 2016.
Lo único seguro es que el Jefe del Estado recibió el poder de uno de sus compañeros de partido, por lo que peledeístas se preguntan: ¿el día que deje el poder Danilo, a quién le traspasará la banda?
