Bajo el título “Carta Pública y Aclaración”, el pasado 9 de marzo fue publicada en espacio pagado una carta de la Fundación Cueva de Las Maravillas, Inc. (página 5A, de la Sección El País), dirigida al presidente de la Cámara de Diputados, Rubén Maldonado, a quien le expresan su “… reconocimiento a los diputados y ciudadanos que se han manifestado en defensa de la Cueva de las Maravillas.”

A través de dicho comunicado la Fundación Patronato Cueva de las Maravillas, Inc., explica que la  razón por la que el Estado dominicano decidió entregar esos terrenos surge como reacción a “desmedidas apetencias” de personas que, utilizando “cuestionables métodos”, han querido apoderarse de los terrenos.  Dice la Fundación que el más grave intento de apoderarse de dichos terrenos  “… ocurrió hace varios años cuando funcionarios inescrupulosos del Consejo Estatal del Azúcar, extrañados hoy de esa institución, lanzaron una campaña contra la cueva en un intento fallido por apropiarse de sus terrenos…”, que pudo ser detenida por la “… oportuna intervención del entonces presidente Leonel Fernández y del entonces Secretario de Estado de la Presidencia Danilo Medina Sánchez”.

Y agrega que “…Para evitar la repetición de intentonas como esa, el Poder Ejecutivo ordenó al CEA, y así se ejecutó mediante contrato, en fecha 15 de agosto de 2014, la donación de los mencionados terrenos de manera que quedaran protegidos, invendibles e inalienables, de una vez y para siempre, para que sigan cumpliendo su función de parque temático para el disfrute de todo el pueblo dominicano”. A esto le denominan la “verdadera razón”  del Poder Ejecutivo para la donación de los terrenos.

La Fundación Patronato Cueva de las Maravillas no ha sido cuestionada en cuanto al “… esmerado cuidado con que protege y se desarrolla este importante tesoro nacional…” Lo que hemos cuestionado en la Cámara de Diputados y muchos ciudadanos a través de los medios de comunicación y las redes sociales es el acto de desconocimiento a la Constitución y las leyes sobre medio ambiente con la pretendida donación.

Y más oscuro no podría ser el tema que, además de haberse manejado bajo la sombra del sigilo, ahora resulta que en su “aclaración” lo que logra es “enredar más la cabuya”, pues pretende asumir como explicación lo que en verdad es una pobre justificación que no soporta análisis. A mí particularmente lo que me ha generado es más preguntas que respuestas. Veamos algunas:

¿Cuál es el destino de las más de 29 mil tareas que fueron rebajadas del contrato inicial que donaba 44 mil tareas a la Fundación Patronato Cueva de Las Maravillas? ¿Será que cayeron en manos de los “desaprensivos” que denuncia la Fundación?

¿Los abogados de la Fundación no se percataron de que incurrían en un acto de violación a la Constitución y a las leyes? Y si lo hicieron, ¿por qué persistir en una iniciativa violatoria de las leyes y la Constitución?

Puesto que en el Contrato del 15 de agosto del 15 de agosto, que cursa en el Congreso, el Estado autoriza a la Fundación Cueva de Las Maravillas a deslindar, vender o traspasar las 16, 518.39 tareas objeto de donación; mientras que en su espacio pagado la Fundación establece que el Contrato del 15 de agosto del 2014 otorga una “… donación de los mencionados terrenos de manera que quedaran protegidos, invendibles e inalienables, de una vez y para siempre…”,  ¿Existirán dos contratos diferentes de la misma fecha entre los mismos actores, uno que autoriza su venta y enajenación y otro que no?

El documento público tampoco aclara ¿por qué el Estado tiene que despojarse de un bien para protegerlo de funcionarios desaprensivos del mismo Estado pudiendo someterlos a la justicia y aplicarles las sanciones que corresponda?

Tratándose de un propósito tan noble como manifiesta la Fundación, ¿por qué el sigilo con el que se ha manejado este tema?

Cuando se crea por decreto No. 236-96 se denomina Reserva Antropológica Cueva de Las Maravillas, y cuando se aprueba la ley 64-00 se integra al Sistema Nacional de Áreas Protegidas, ¿por qué, cuándo y para qué propósito surge el concepto de Parque Temático?

La Fundación establece que las amenazas se produjeron en años recientes, sin especificar fecha, aunque dice que se detuvo por la intervención del gobierno del Dr. Leonel Fernández y del entonces Secretario de la Presidencia Danilo Medina, entonces ¿cuáles eran las razones que motivaban tal donación en el año 2004, apenas días después de ser puesto bajo la administración de la Fundación Cueva de Las Maravillas y cuando no se habían presentado las apetencias de desaprensivos?

Teniendo el país tantas áreas protegidas ¿por qué sólo se pretenden donar los terrenos del Área Protegida Cueva de Las Maravillas?

¿Debería el Estado entonces donar todos los terrenos del Cea a entidades privadas, amenazados como están por las apetencias de desaprensivos?

¿Qué acciones judiciales se tomó contra los desaprensivos que “utilizando cuestionables métodos no se sabe para qué fines particulares” desarrollaron una campaña contra la Cueva de las Maravillas?

Si la Fundación cuida “con esmero” la Cueva de Las Maravillas y su entorno, ¿por descuido de quién se produciría la arrabalización de sus terrenos?

Es cierto que se han arrabalizado muchos espacios públicos, pero ¿eso ha justificado su donación a entidades privadas?

¿Ha ocurrido algún proceso de arrabalización de áreas protegidas?

¿Por qué el contrato es firmado por el Vicepresidente del Patronato y no por su presidente?

En fin, estoy seguro que podríamos hacernos muchas preguntas más, pero para ahorrar tinta podríamos concluir afirmando que el mencionado documento aclaratorio NO ACLARA NADA. Importante aclaración es la que hizo la Academia de Ciencias, que se reitera en la lógica de defensa del Patrimonio Público.

Ojalá se produzca otro comunicado poniendo claro al país de su renuncia a dar continuidad a este proceso de enajenación de un bien público, en violación a la Constitución y a las leyes.

Sigamos defendiendo la Reserva Antropológica Cueva de Las Maravillas.