La comunicación política y el periodismo

La comunicación política y el periodismo

La comunicación política y el periodismo

Miguel Otáñez

El amigo y consultor político internacional Raniero Cassoni, siempre ha insistido en que toda comunicación es política y mucho nos ha ocupado hablar y estrategar sobre la relación entre la comunicación política y el periodismo.
Me he quedado con la tarea y he concluido desde todos los puntos de vista en los cuales he visto que la Comunicación Política es fundamental en la conformación de la opinión pública y el funcionamiento de la democracia. La manera en que los políticos se comunican con la ciudadanía y cómo esta comunicación es interpretada y difundida por los medios de comunicación juega un papel crucial en la formación de la percepción pública sobre los temas políticos y sociales.
La comunicación política abarca una amplia gama de estrategias y técnicas utilizadas por los políticos y los partidos para transmitir su mensaje y persuadir a la audiencia. Desde discursos públicos y entrevistas hasta el uso de redes sociales y publicidad, los políticos buscan constantemente formas de comunicarse de manera efectiva con los ciudadanos y ganar su apoyo.
Ante este escenario el papel del periodismo es esencial. Los periodistas actúan como intermediarios entre los políticos y la ciudadanía, siendo responsables de informar de manera objetiva y crítica sobre las acciones y declaraciones de los líderes políticos. Sin embargo, la relación entre la comunicación política y el periodismo puede ser compleja y estar sujeta a influencias externas.
Por un lado, los políticos buscan controlar la narrativa y presentar su imagen de la manera más favorable posible. Esto puede llevar a estrategias de comunicación diseñadas para manipular la percepción pública y desviar la atención de temas controvertidos o problemáticos. En ese orden, los periodistas juegan un papel crucial al investigar y cuestionar la información proporcionada por los políticos, garantizando así la transparencia y la rendición de cuentas.
Por otro lado, los medios de comunicación también pueden influir en la comunicación política al seleccionar qué historias cubrir y cómo presentarlas al público. Los sesgos ideológicos, los intereses comerciales y las presiones políticas pueden influir en la cobertura mediática, lo que a su vez puede afectar la percepción pública de los eventos políticos.
Los géneros periodísticos
En una de las clases de redacción periodística que impartí junto a la periodista Águeda Solano en el Centro de Análisis y Estudio de la Comunicación en República Dominicana (CAESCO), analizábamos los géneros periodísticos y ahí vimos más claras las líneas que tienen y deben conocer los periodistas para cumplir con la responsabilidad que tienen, no solo de ser imparciales y objetivos, sino también de ser responsables frente a la sociedad contando lo que pasó, muy por encima de lo que creen que pasó, lo que debió pasar o les conviene que pase.
Estos géneros muestran las líneas delgadas, pero claras, entre las diferentes formas de presentar la información, clasificando los géneros entre informativos, de opinión e interpretativos. Quizás muchos deberíamos repasar de forma especial lo que divide la información de la opinión.
Cuidado: «Tomaron mis citas y le pusieron una connotación negativa. Le dieron la vuelta hasta que la historia pareciera negativa. No tuve mala experiencia con Donald Trump. Nunca me sentí denigrada ni ofendida. Y no me gustó que lo presentaran como una experiencia negativa porque no lo fue», dijo Rowanne Brewer Lane, antigua novia del expresidente norteaméricano, desmintiendo al periódico The New York Times.
El reto digital
En un entorno cada vez más digitalizado, la comunicación política y el periodismo se enfrentan a nuevos desafíos y oportunidades. Las redes sociales y las plataformas digitales han democratizado el acceso a la información, permitiendo que los políticos lleguen directamente a sus seguidores sin necesidad de pasar por los medios tradicionales. Sin embargo, esto también ha dado lugar a la propagación de noticias falsas y la desinformación, lo que resalta la importancia del periodismo de calidad en la verificación de los hechos y la protección de la integridad informativa.
Esto lo explicó de una forma muy singular Giuliano da Empoli, en su extraordinaria obra «Los ingenieros del Caos», diciendo: «…las conspiraciones funcionan en las redes sociales porque invitan a las emociones intensas, a la indignación, a la rabia. Y estas emociones generan clics y mantienen a los usuarios pegados a la pantalla».
Recordemos que ya el MIT ha advertido que la información falsa tiene en promedio un 70% de más probabilidades de ser compartida en internet porque es más peculiar que una verdadera. Mientras que la verdad tarda seis veces más que una noticia falsa en llegar a 1500 personas.
Nos queda convencernos que la comunicación política y el periodismo están intrínsecamente relacionados y desempeñan un papel crucial en la salud de la democracia. Es fundamental que los políticos se comuniquen de manera transparente y honesta, y que los periodistas cumplan con su deber de informar de manera objetiva y crítica, garantizando así una sociedad informada y participativa.


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