Concluido el proceso de festividades por la Navidad y Año Nuevo, a partir de ahora retorna el circo electorero.
Es decir, que las calles y poblados serán tomados por los partidos y sus miles de candidatos con ofertas y cuentos que nunca acabarán.
Se justifica que los aspirantes fastidien a los votantes, ya que el panorama para el 16 de febrero se torna muy complejo y muchos de los detentores del poder municipal corren en peligro de perder sus influencias y pasar al pasado.
De ahí que candidatos como Leonel Fernández, Luis Abinader y Gonzalo Castillo, así como el presidente Danilo Medina, tuvieron que juramentar a los postulados a las alcaldías por los partidos La Fuerza del Pueblo, Revolucionario Moderno y de la Liberación Dominicana.
Se cree que lo que ocurra en febrero podría ser un termómetro con repercusiones para los comicios, ya que serviría para evaluar por donde anda las simpatías de la ciudadanía.
Por esta razón está la movilidad de impoortantes figuras de esos partidos en lograr que sus candidatos juegen un rol estelar en los comicios municipales de febrero.
Y la JCE…
Se presiona para que la Junta Central Electoral realice una mayor supervisión y vigilancia en el proselitismo desbordado que fue observado previo a las celebraciones de Navidad y de Año Nuevo.
Se teme que también haya un desborde de uso de recursos del Estado a favor de determinadas candidaturas, por lo que hubo la denuncia de que hubo situaciones anormales en la distribución de las canastas navideñas entre los sectores más empobrecidos. Habrá múltiples denuncias que la JCE deberá atender.
