La caridad de la Pastoral Juvenil
La iglesia Católica, a través de su Pastoral Juvenil, tiene en marcha importantes programas de impacto que inciden en mejorar las condiciones educativas y de vida de un sector importante para el futuro del país.
Sin juventud, con apego a los mejores valores, la educación y la cultura, no podremos apostar a un desarrollo cívico y ciudadano con calidad, capaz de aportar mejores oportunidades en un Estado de Derecho.
En el día de hoy, precisamente, la Pastoral Juvenil, a través de su programa Yo también, tiene un desayuno en un hotel de la ciudad, con el propósito de recaudar fondos que serán destinados a niños y jóvenes que abandonan sus hogares y viven en estado de indigencia, víctimas de cualquier eventualidad.
El programa Yo también dentro de poco cumplirá dos décadas de servicio. Un periodo importante durante el cual han retornado al seno de sus hogares y a la escuela más de 1,240 jóvenes procedentes de diferentes barrios y ciudades del país.
La convocatoria es oportuna para que apostemos y apoyemos esta impostergable causa. Todo cuanto se pueda hacer por la juventud se transforma en inversiones intangibles, pero fundamentales, y que inciden en la calidad ciudadana y, fundamentalmente, en la fortaleza de los cimientos de nuestra democracia.
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