Los imputados por el caso Calamar no han podido ver a sus familiares desde que fueron ingresados a la cárcel preventiva del Palacio de Justicia de Ciudad Nueva.
En los primeros días se alimentaban con arroz, habichuela y compañas como pica pica y cosas así.
Luego se les ofreció la opción de algún tipo de mejora pagando 250 pesos diarios por la comida y tienen acceso a un economato, pero sólo se le pueden depositar dos mil pesos que renuevan cuando consumen el total. Igual tienen que hacer uso de un baño compartido.
De igual manera los abogados se han quejado de que no hay condiciones adecuadas para discutir los casos con sus defendidos, y deben hablar con ellos en unas casetas separados por un cristal y usando un auricular.
Como algunos de los auriculares estaban defectuosos se les ha habilitado un espacio junto con los custodios de la cárcel.
Desde hace más de una semana están impedidos de ver a sus familiares, porque esas celdas están diseñadas para que los imputados duren algunas horas hasta que se conozcan las medidas de coerción, pero al parecer ese proceso en el caso Calamar será de varios días.
Gonzalo y Peralta
A nivel político los dos casos que más malestar han creado ha sido el arresto de Gonzalo Castillo y José Ramón Peralta, pues en ambos casos la acción en su contra ha partido de las declaraciones de un confeso autor de fraude que ha quedado fuera del expediente. El cuestionamiento entre peledeístas es que ellos han sido imputados porque se le atribuye financiamiento ilícito de campaña.