Los inicios de un año escolar siguen siendo difíciles todavía, después de tantos períodos concluyendo uno y abriendo el siguiente.
Por lo visto es una de las operaciones administrativas más complicadas con las que se enfrenta funcionario alguno en cualquier área del gobierno.
Por todas partes surge un reclamo, desde cualquier comunidad llega una queja porque no tienen aulas suficientes, carecen de planteles en las condiciones para la docencia o porque los constructores no terminan en el tiempo apropiado.
Surrealismo
Y esto ocurre cuando el Ministerio de Educación maneja más dinero. Parece que en junio todos se van de vacaciones y vuelven a los planteles una semana antes de la apertura del año lectivo. Parece un cuadro sacado de la corriente surrealista del siglo pasado.