En Santo Domingo Oeste, la calle que conecta las instalaciones de la Universidad Autónoma de Santo Domingo con la autopista Seis de Noviembre, en las vecindades del puesto de peajes y de las ruinas de Palacio de Engombe, se está produciendo una situación que afecta la comunicación vial: la improvisación de un mercado en el que poco a poco se han ido instalando vendedores de comida, frutas y abarrotes.
Las comunidades vecinas, que suelen usar la calle del Establo para salir hacia el Sur, Pintura o la avenida 27 de Febrero, miran el caso con preocupación y entre juntas de vecinos ha empezado a crecer la demanda de que se le busque una solución al cuello de botella que se forma entre lavaderos de vehículos, vendedores y compradores, pero no saben a quién acudir, porque en el Ayuntamiento de Santo Domingo Oeste no se le hace caso a nada. ¿Será esa una tarea para Francisco Peña?