La bóveda de la Basílica Menor de Nuestra Señora de la Encarnación

La bóveda de la Basílica Menor de Nuestra Señora de la Encarnación

La bóveda de la Basílica Menor de Nuestra Señora de la Encarnación

Aspecto del interior del imponente templo de la Basílica Menor de Nuestra Señora de la Encarnación, Catedral Primada de América. Fotos César Langa Ferreira

La Catedral de Santo Domingo posee una planta en forma de cruz latina, compuesta por tres lados, cubiertos por una bóveda de cañón corrido, al estilo gótico.

La forma de la Basílica Menor, siguiendo el concepto, antes mencionado, a su vez se divide en tres calles, hasta finalizar en el presbiterio, el que resulta más alto que el resto del templo.

Aspecto de la bóveda del presbiterio.

La nave central se extiende desde la entrada del templo, hasta el inicio del propio presbiterio, al cual se llega por medio de escalinatas y en donde está localizado el altar mayor. La cubierta del mismo, se encuentra elevada sobre el resto del templo.

El sistema estructural de la arquitectura gótica hace necesario utilizar columnas, las que soportan las cubiertas, por medio de arcos en las techumbres, formando nervaduras.
Cada una, está dirigida verticalmente hacia el pavimento, para soportar el peso de la techumbre, mediante arcos de descarga que descansan en las columnas.

El sistema de nervaduras, utilizado, produce la impresión de un bosque de palmeras, lo que provoca que el espíritu del feligrés, se eleve, hacia la gloria de Dios y la magnificencia del Creador.

Sistema estructural
El sistema estructural gótico se encuentra de esta manera conformada por arcos llamados arbotantes, los que descansan en las columnas, lo que provoca que el peso de la cubierta sea trasmitido al exterior.

De esta forma las columnas hacen el papel de arbotantes que consiste en la trasformación de una columna vertical, en arco, el que parte de la clave, hacia las mismas.

La clave siempre se encuentra decorada, con fines estéticos. Las nervaduras son de piedra cuidadosamente tallada. El éxito del estilo es la perfección de la talla de las piedras, que componen cada nervadura.

En nuestra Basílica Menor, Primada de América, parten desde la entrada principal y se van desarrollando, hasta finalizar en la bóveda que cubre el presbiterio, cerrando la techumbre.

Como es de común saber, las iglesias y templos, deben estar orientados hacia el este, en dirección a Jerusalén.

Adornos que se entrecruzan en la parte central de la bóveda.

El aspecto interior de la bóveda de la Basílica Menor de Nuestra Señora de la Encarnación, eleva el espíritu, a medida que el feligrés se adentra, en tan majestuoso templo.

En memoria

—Dedicado articulista
Este artículo, último que en vida colaboró, es dedicado a la memoria de César Iván Feris por sus colegas María Cristina Carías y César Langa Ferrara, y la dirección del periódico EL DÍA.

*Por MARÍA CRISTINA DE CARÍAS, CÉSAR IVÁN FERIS IGLESIAS Y CÉSAR LANGA FERREIRA



El Día

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