*Por Rommel Santos Díaz
Hay que reconocer la iniciativa que tuvo desde un principio la Alianza para el Desarrollo en Democracia en relación a la guerra Rusia-Ucrania condenando el uso de la fuerza y la violación de la soberanía y la integridad territorial de de Ucrania debido a la ofensiva desplegada por Rusia.
Para la Alianza para el Desarrollo en Democracia el uso de la fuerza de Rusia contra Ucrania conlleva una grave amenaza a la paz y seguridad internacionales y contraviene la Carta de la Organización de las Naciones Unidas, las resoluciones de su Asamblea General y el derecho internacional.
El respaldo de la Alianza para el Desarrollo en Democracia al Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas, Antonio Guterres ha sido claro, contundente y directo en su llamado a que cesen las hostilidades, y se potencie la aplicación de la moderación y la razón.
En cuanto al diálogo y la negociación como medios para alcanzar la paz en Ucrania, la Alianza para el Desarrollo en Democracia se pronuncio en su oportunidad con firmeza y determinación , llamando al respeto a la letra y el espíritu de la Carta de la Organización de las Naciones Unidas, el Derecho Internacional, así como al Derecho Internacional Humanitario como única garantía para una solución duradera al conflicto que hoy aqueja a Europa del Este y para la protección de la población civil afecta por el conflicto.
En la coyuntura actual la Alianza para el Desarrollo en Democracia ha hecho un llamado enérgico, y, firme para que se lleven a cabo negociaciones y diálogos diplomáticos entre los países de la comunidad internacional interesados en ayudar a Rusia y a Ucrania para la recuperación de la paz y el respeto basada en el respeto al multilateralismo como único eje de las acciones en la coyuntura actual.
La firmeza y objetividad con que los países que integran la Alianza para el Desarrollo en Democracia se pronunciaron desde principios de la guerra Rusia-Urania constituye un gran reto y un gran llamado a los países de América Latina y el Caribe que todavía no se han integrado a esta importante alianza que se ha creado para promover el progreso, el desarrollo, el crecimiento económico, el comercio y la inversión en un clima de paz para la región.
La prolongación del conflicto Rusia – Ucrania está teniendo un impacto demoledor para las economías de los países de la región Latinoamericana y en ese orden urge la unidad y el consenso de estos países para contribuir a la búsqueda de una solución pacifica y segura al conflicto ruso ucraniano que parece no tener fin en el horizonte.
Finalmente, también urge fortalecer y consolidar la Alianza para el Desarrollo en Democracia como alternativa de solución a los graves problemas que afronta la región en renglones vitales como el económico, político, social, medio ambiental, cambio climático, seguridad ciudadana, protección y respeto de los derechos humanos. Es por ello que se requiere, además, prestar mucha atención a la necesidad urgente de fortalecer el rol que le corresponde jugar en la región a la Organización de los Estados Americanos conjuntamente con la Alianza para el Desarrollo en Democracia.
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