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¿La 3ra será la vencida para López Obrador en elecciones en México?

CIUDAD DE MÉXICO.-Mientras los mercados se inquietan ante un candidato izquierdista como Andrés Manuel López Obrador, él avanza tranquilamente hacia lo que según las encuestas será su victoria en las elecciones presidenciales del 1 de julio, aparentemente inmune a los ataques y sin el tono enojado que marcó sus dos primeras campañas.

López Obrador, de voz lenta y cadente y a quien tanto sus devotos como detractores llaman AMLO, se enciende cuando en los actos de campaña dice a sus seguidores que están a punto de hacer historia.

"Va a ser un cambio pacífico, ordenado pero al mismo tiempo radical", dijo López Obrador recientemente. Sus palabras fueron recibidos con gritos de "íPresidente!íPresidente!" de la multitud en la localidad colonial de San Miguel de Allende.

Los mercados se preguntan si un presidente como López Obrador haría que el peso mexicano se derrumbe — los expertos dicen que probablemente no — o revertirá la apertura a las empresas petroleras privadas — AMLO dice que probablemente no.

Pero es difícil sacar conclusiones basándose en sus plataformas políticas, porque son propensas a cambiar, a menudo de la noche a la mañana.

Esta aversión a dar los detalles de las políticas que aplicaría , además de la tendencia a jugar con su base y hacer grandes promesas que dejan a sus asesores preguntándose qué quiere decir realmente, ha generado comparaciones con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

Los analistas dicen que los dos consideran la agresividad y la obstinación como virtudes políticas y que probablemente podrían entenderse, aunque Trump dijo alguna vez de soslayo sobre algunos candidatos mexicanos que no eran "tan buenos", en una aparente referencia a López Obrador.

"Creo que hay un parentesco que es un sentido populista", dijo el politólogo Jesús Silva-Herzog. "Creo que ambos pertenecen a este momento histórico de acenso de estos políticos populistas que, a mi juicio, por definición, se desinteresan por los detalles de la política pública".

Pero donde la marca Trump se asocia con placas de bronce y brillo, la de López Obrador está cargada de un profundo sentido de la historia y el destino tras una docena de años como el perenne candidato de la oposición.

Luego de ocupar la alcaldía de la Ciudad de México entre 2000 y 2005, regresó a sus raíces como el irreverente líder cercano que fue entre 1988 y 2000 en los campos petrolíferos de su estado natal, Tabasco, en la costa del Golfo de México.

López Obrador, de 64 años, considera a su movimiento como una fuerza de cambio en la historia de México, se presenta como un salvador de los pobres y sostiene que la corrupción es el mayor problema del país. Más allá de eso, las políticas vienen y van.

Tras perder ante el conservador Felipe Calderón por un ajustado 0,56% en 2006, y quedar segundo de nuevo en 2012 por detrás del presidente saliente, Enrique Peña Nieto, esta vez su fórmula podría ser suficiente para triunfar.

Sus dos principales rivales, Ricardo Anaya y José Antonio Meade, tienen el respaldo de los tecnócratas, el tipo de expertos en políticas orientadas a los mercados que rigen México desde al menos 1982.

Pero el crecimiento y la estabilidad económica que prometieron no se ha manifestado y la violencia se ha disparado. Hartos de estos y otros males domésticos como la corrupción, el electorado mexicano está dispuesto al cambio, y López Obrador tiene una forma clara y simple de explicar su visión para que esto suceda.

Una seguidora del candidato a la presidencia de México, Andrés Manuel López Obrador, conocido como AMLO, se protege del sol con en un acto de campaña en la Ciudad de México, el 3 de junio de 2018. México celebrará elecciones generales el 1 de julio. (AP Foto/Anthony Vazquez)

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