SEÚL, Corea del Sur.-¿Dictador despiadado? ¿Reformista económico? ¿Astuto promotor de un programa nuclear? Cuando Kim Jong Un tomó el poder en Corea del Norte en el 2001 abundaron las especulaciones sobre este joven líder educado en Suiza.
¿Qué haría con esta nación autoritaria, con una economía atrasada, que por años mantuvo enfrentamientos con sus vecinos y Estados Unidos en torno a su programa nuclear?
Casi seis años después sigue habiendo muchos interrogantes, pero se saben algunas cosas: La economía ha mejorado bajo su gobierno y está claro que en el plano nuclear tiene posturas más radicales todavía que su finado padre, Kim Jong Il, que de vez en cuando se sentó a hablar con Washington en la esperanza de obtener concesiones.
A Kim Jung Un no parece interesarle negociar hasta que haya perfeccionado un misil nuclear capaz de llegar a cualquier parte de Estados Unidos.
Esa actitud le ha funcionado por ahora, y probablemente logre producir un arma nuclear respetable si no lo frenan antes.
Vistazo a la apuesta nuclear de Kim:
LO QUE ESTÁ HACIENDO
Su padre, que gobernó desde 1994 hasta el 2011, dispuso una serie de ensayos de armas, pero dejó que los diplomáticos negociasen ayuda a cambio de suspender su programa armamentista.
Bajo Kim Jung Un no ha habido ningún acuerdo de ese tipo. Ha observado tres de las cinco explosiones nucleares que hicieron los norcoreanos y los dos exitosos lanzamientos de satélites, que las Naciones Unidas considera una forma disimulada de ensayar tecnología a ser usada en misiles de largo alcance.
Y el 4 de julio lanzó un misil balístico intercontinental en el ensayo más exitoso que se ha hecho hasta ahora. Acto seguido afirmó que jamás negociará la suspensión del programa de misiles mientras se mantenga la hostilidad de Estados Unidos y exista una amenaza nuclear.
¿Cómo se explica la osadía de Kim? Puede ser su naturaleza. Kim, quien se cree tiene 33 años, tal vez decidió seguir adelante con su programa nuclear convencido de que Estados Unidos no atacará por temor a que una respuesta norcoreana produzca demasiadas víctimas en Corea del Sur.
Y tal vez piense que China no lo derrocará por temor a que haya una lluvia de refugiados y a que termine alentando la reunificación con Corea del Sur, con un gobernante pro-Estados Unidos basado en Seúl.
El leve crecimiento económico, por otro lado, permitió a Kim enfocarse en sus ambiciones nucleares, sin tener que recurrir a ayuda del exterior para alimentar a sus 24 millones de habitantes, como debió hacer su padre durante una devastadora hambruna que mató a decenas de miles de personas a mediados de los años 90.
LO QUE QUIERE
La maquinaria propagandística de Kim dice que el programa nuclear es la mejor forma de combatir la agresión de Estados Unidos.
«Kim no quiere resolver las cosas por la vía diplomática. Intenta protegerse reforzando el poderío militar del país», opinó el analista Cheong Seong-Chang, del Instituto Sejong de Corea del Sur.
Desde que asumió, Kim no se reunió con ningún líder extranjero ni viajó al exterior. Kim insiste en reunificar las dos Coreas y probablemente piense que su poderío nuclear impedirá la intervención de Estados Unidos si estalla otra guerra en la península coreana.
Luego de perfeccionar los misiles balísticos intercontinentales, lo que tomaría un par de años, Kim podría tratar de negociar grandes concesiones, incluida ayuda, así como la suspensión de maniobras militares conjuntas entre Estados Unidos y Corea del Sur, que el Norte ve como un ensayo con miras a una invasión, y la firma de un tratado de paz que ponga fin formalmente a la guerra de Corea de 1950 a 1953, lo que le permitiría exigir el retiro de 28.500 soldados estadounidenses basados en Corea del Sur.
LOS OBSTÁCULOS Su empeño en buscar armas nucleares puede obedecer al hecho de que los norcoreanos quieren un líder fuerte, con tanto poder como el que tuvieron su padre y su abuelo, el fundador de la patria Kim Il Sung.
«No puede dejar las armas nucleares porque son la base de su poder», señaló Cho Han Bum, analista del Instituto para la Unificación Nacional Coreana de Corea del Sur.
El actual misil norcoreano tal vez pueda llegar a Alaska, pero todavía falta mucho para que dispongan de una tecnología capaz de disparar un proyectil a cualquier parte de Estados Unidos.
Estados Unidos podría lanzar una taque militar para dejar en claro que no permitirá que otras naciones tengan armas nucleares y China podría suspender o reducir el envío de petróleo al Norte, China aporta entre el 80% y el 90% del petróleo que consumen los norcoreanos, de acuerdo con Cho Bong-hyun, del Instituto de Investigaciones Económicas IBK de Seúl.
«Se puede ver que gobierna Corea del Norte de una forma más inteligente que su padre porque las condiciones económicas han mejorado y se ha reforzado su poderío militar», expresó el analista Cheong.
«Pero hay buenas posibilidades de que su estilo aventurero y su actitud intransigente terminen llevándolo por mal camino».