Santo Domingo.– La Fundación Justicia y Transparencia (FJT) pidió a la clase política dominicana el anteponer sus intereses grupales y corporativos, ante la inminencia y necesidad de la colectividad de contar con una ley de partidos políticos que trasparente y garantice el acceso y ejercicio del poder, sobre todo concebido como un instrumento al servicio del bienestar del pueblo dominicano.
El presidente de Justicia y Transparencia, Trajano Potentini, calificó de insólito, el que luego de una discusión de casi 20 años y un amplio consenso, que no solamente ha integrado a los partidos políticos, sino también a los diferentes sectores de la sociedad, habiendo acordado más del 90% del contenido del proyecto de ley, «estemos varados en el sistema de selección de las candidaturas internas de los partidos».
Propone dejar al libre albedrío de los partidos políticos escoger modalidad de primarias
Asimismo, Potentini propuso permitir a los partidos políticos el adoptar o escoger conforme sus estatutos y fuero interno la modalidad de primarias que más se avengan a sus intereses y libre albedrío, ya sean abiertas, cerradas, de delegados, o de cualquier otra forma, siempre bajo la supervisión y seguimiento de la Junta Central Electoral y en correspondencia con los principios y parámetros democráticos y constitucionales del país.
Potentini recordó que precisamente el impase y escollo que ha imposibilitado la aprobación de la ley de partidos políticos ha sido el sistema de primarias, «donde el sector que encabeza el Presidente Medina cedió, al exponer en una carta pública dirigida al Congreso, sobre la necesidad de propiciar un acercamiento para en el menor tiempo posible contar con una ley de partidos políticos».
Justicia y Transparencia califica de urgente y trascedente ley de partidos políticos para la democracia dominicana
«De ahí que le corresponde al Congreso no seguir regateando y torpedeando la posibilidad de la inminente y necesaria ley de partidos políticos, por demás imprescindible para concretar los postulados y mandatos de la nueva Constitución, la cual nos erige como un Estado social y democrático de derecho, además de asignarle rango de órganos constitucionales a los partidos políticos.
Finalmente, la FJT hace un «ferviente llamado a los políticos y al Congreso para que entiendan que se trata en el contexto actual, de un instrumento urgente y trascendente para la democracia y el neoconstitucionalismo del siglo XXI, sin cuya normativa no tendríamos elecciones fiables y seguiríamos con todos los vicios que ha venido atesorando nuestra corrompida democracia; tales como, la compra de cédulas y conciencia, el clientelismo, el transfuguismo, la forma de financiamiento de las campañas sin ninguna previsión legal que las oriente, la regulación de la publicidad y el uso de los recursos del estado, entre otros».