Avilés.- El escritor de origen dominicano Junot Díaz, que ganó el Pulitzer con “La maravillosa vida breve de Oscar Wao”, se encuentra entregado este año a la redacción de una extensa novela de ciencia ficción que trata del último marciano que “sobrevive” en República Dominicana, un libro con el que quiere fastidiar mucho.
“Será un texto jodón”, ha adelantado Díaz en una conversación con Efe en la que ha incidido en que su idea es mezclar en una misma novela a la comunidad dominicana con la ciencia ficción “a ver si esas dos alas pueden volar”.
Este escritor nacido en Santo Domingo en 1968, que ha participado por primera vez, “y disfrutado”, de la pléyade de autores que estos días han pasado por el Festival Celsius 232 de Avilés (Asturias), dedicado a la literatura de ciencia ficción y fantasía, ha reconocido que su inspiración le viene de su obsesión por la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo.
Miembro de una familia militar y con un padre “medio fascista” que apoyó la dictadura de Trujillo en República Dominicana, Díaz ha asegurado que esa estructura familiar representaba todo lo contrario a lo que él era, una persona libre que sufrió que su padre “le cacheara” la ropa y los zapatos cada vez que salía de casa.
“En toda mi vida, nunca miré a mi papá a la cara, eso era imposible”, ha declarado el autor, que ha reconocido que el primer idioma que aprendió en su casa fue el del silencio.
En una familia militar “siempre hay un silencio enorme, porque es una carrera de violencia súper cruel”, y todo ello le influenció como artista y como ser humano porque, según Díaz, en esos silencios era cuando más se inspiraba como escritor.
En ese ambiente no le quedó más remedio que ocultarse “a plena vista”, de modo que ningún miembro de su familia sabía lo que estaba leyendo, y mientras pensaban que estaba haciendo sus deberes de estudiante, en realidad se embebía de historias del género fantástico.
Licenciado por la Universidad de Rutgers y con un máster en Cornell, publicó en 1996 su primer libro, una recopilación de cuentos titulada “Drown”, publicado en España como “Los boys”, inicio de una exitosa carrera de escritor que fue mal entendida por una familia que no comprendía que después de haber estudiado tanto se dedicase a escribir.
Pese a sus éxitos editoriales, Junot Díaz se sostiene económicamente gracias a la docencia -imparte clases de Escritura Creativa en EEUU- y a sus 52 años sigue bebiendo de su obsesión por las dictaduras y sin comprender cómo puede haber personas que sigan negando que Cuba lo es.
De hecho, ha reconocido que fue muy criticado por firmar como escritor una carta criticando al Gobierno de Cuba, siendo ideológicamente de izquierdas.