La jueza suspendida Awilda Reyes Beltré acusó ayer al presidente de la Suprema Corte de Justicia, Mariano Germán Mejía, de ser un “falso profeta que ha transportado a la justicia una virulenta inconducta (transgrede las normas) que le granjeó la no envidiable reputación de ‘dueño del país’ en el sector donde acumuló su acaudalada fortuna en nombre de sus sacrificados empleados”.
Reyes leyó un comunicado previo al juicio disciplinario en su contra, en el cual indicó que compareció al “paredón” para ser juzgada desprovista de garantías, “por un juez comprometido en llevarse a su casa el trofeo de mi expulsión antes de retirarse, arrastrando con ello la reputación de una justicia humillada, después de haber destruido lo que no ayudó a construir”.
Señaló que su caso está en un limbo, debido que el proceso penal esta suspendido, “no me pagan, no puedo trabajar. Ningún juez se atreve ampararme, no por miedo, sino por defensa propia, porque si lo hacen lo sacrifican”.