SANTO DOMINGO.- Los implicados en caso «operación 13» fueron trasladados la mañana de este miércoles al Primer Tribunal Colegiado del Distrito Nacional, donde les conocerán la medida de coerción.
La solicitud de medida de coerción será conocida por la Oficina de Atención Permanente del Distrito Nacional, Kenya Romero.
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El grupo que orquestó el sorteo fraudulento de la Lotería Nacional el 1 de mayo ensayó la maniobra durante varias semanas como si se tratara de la puesta en escena de una obra teatral, pero la suspicacia de uno de los banqueros afectados puso en evidencia lo que terminó convirtiéndose en una estafa de más de 780 millones de pesos.
Las bancas de apuestas en el territorio nacional fueron estafadas con aproximadamente 500 millones de pesos y en Estados Unidos y Europa por unos 5 millones de dólares.
Desde el periodo de transición varios de los imputados se preparaban para la comisión de fraudes en la Lotería Nacional y estuvieron reclutando futuros cómplices para llevar a cabo la trama, según consta en la solicitud de medida de coerción depositada por el Ministerio Público.
Relata que el expresidente de la Federación Nacional de Bancas (FENABANCA), William Lizandro Rosario Ortiz, empezó a estructurar el fraude antes de la designación de Luis Maisichell Dicent en agosto pasado.
El Ministerio Público logró que varios de los diez imputados confesaran, lo que permitió describir con gran cantidad de detalles cómo funcionó la trama y cómo se armó lo que ha sido señalado como una estructura criminal.
El grupo estaba listo para celebrar el sorteo el 10 de abril, pero una pieza suelta obligó a que tuvieran que suspenderlo a último momento, a pesar de la oposición de varios que alegaban que ya habían invertido mucho dinero apostando al número trece en numerosas bancas del país y el extranjero.
El expediente indica que en esa oportunidad el orden de los no videntes que se usarían en el sorteo lo hizo una persona que no formaba parte de la red, la actual presidenta de FENABANCA, por lo que el no vidente quedó en la tómbola «B», que es en la que se escoge el segundo lugar de los ganadores.
Eso hacía que la locutora Valentina Rosario Cruz tuviera que tomar en sus manos un bolo real de la tómbola “A” (la del primer premio) más el oculto, lo que la obligaría a tener dos bolos en sus manos, lo que podría evidenciarla.
En el último momento decidieron suspender la operación.
Entonces se planificó para realizarlo el 1 de mayo en lo que ellos llamaban «un Sorteo Especial».
Los ensayos con el no vidente Mejía Rodríguez y la locutora Rosario Cruz se realizaban en la casa de Felipe Santiago Toribio con el camarógrafo Edison Manuel Perdomo Pichardo, quien verificaba los diferentes tiros de cámaras para asegurarse de que en la transmisión pasara desapercibido el truco.
El no vidente Mejía Rodríguez fue escogido por su destreza para sacar los bolos, la cual le había ganado el sobrenombre del «Cieguito Rápido».
Los empleados de la Lotería Nacional vinculados a la “operación 13”, que recibieron sobornos en efectivo, tenían una participación en la trama conforme a sus destrezas.
Los implicados Willian Lisandro Rosario Ortiz, junto al destituido administrador de la Lotería Nacional, Luis Maisichell Dicent, Leónidas Medina Arvelo, Eladio Batista Valerio y Felipe Santiago Toribio, planifican el entramado para cometer el fraude para afectar a los empresarios de bancas y lucrarse del ilícito.
En la solicitud de medida de coerción del Ministerio Público establece que Medina Arvelo era el eje operativo para materializar el sorteo fraudulento, y quien contactó e instruyó al no vidente Mejía Rodríguez y a la locutora Rosario Cruz.
Carlos Manuel Berigüete Pérez fungía como una especie de soporte técnico de la Lotería Nacional y Jonathan Augusto Brea Ovalles, en su rol de supervisor de los sorteos, era quien preparaba los mismos antes de su puesta en escena.
Los imputados Toribio, Mejía, Brea Ovalles, Berigüete Pérez, Edison Manuel Perdomo Peralta, Medina Arvelo, Batista Valerio ensayaron varias veces la escena del sorteo.
Rosario Ortiz, quien era una especie de brazo operativo de Dicent, el destituido administrador de la Lotería, mantuvo el control del número del bolo del fraude hasta último momento para evitar que se filtrara entre los demás implicados, aunque muchos se dieron cuenta y pudieron apostar en varias bancas de apuestas cercanas a la sede de la Lotería Nacional.
Levantaron sospechas
El fraude se materializó el 1 de mayo mediante el mecanismo que se había ensayado y la red había hecho apuestas en diferentes bancas, exceptuando aquellas en las que los implicados tenían intereses.
Entre los dueños de bancas empezó a regarse la voz de la gran cantidad de dinero que les habían sacado, por lo que uno de ellos descargó el sorteo y empezó a mirarlo minuciosamente.
Es así como Sigfredo de la Rosa Beato, conocido como «Doble Play» se percata de la maniobra entre el no vidente Mejía Rodríguez y la locutora Rosario Cruz.
Socializa su hallazgo con otros banqueros y éstos van donde el administrador de la Lotería Nacional a ponerlo al tanto de la maniobra. Dicent finge sorprenderse y luego de verificar el video y por los reclamos de los banqueros procede a someter ante el ministerio Público al no vidente y a la locutora.
Sin embargo, uno a uno fueron cayendo y confesando su participación la red poniendo en evidencia a Dicent y a Rosario Ortiz, quienes fueron encartados y hoy son parte de los procesados en la Justicia.