Santiago.-Con apenas siete años sintió el llamado de la melodía al ver a su padre Daniel Colón “Lucero” ejecutarla trompeta de una manera magistral, que lo cautivaba y lo llevarían a convertirse en lo que es hoy como músico: Juan Colón es considerado uno de los saxofonistas dominicanos más prominentes en el género merengue.
Pero tanto su progenitor – director de la Banda de Música de Mao- quien fue su principal influenciador y su maestro de música, así como el virtuoso saxofonista santiaguero Tavito Vásquez, fueron inspiración para amar a un arte que lo define como su vida y que lo ha acompañado en casi 60 años de una trayectoria que ha discurrido en el territorio nacional y en los Estados Unidos.
“En el patio de mi casa, yo veía a mi padre practicando unas escalas en la trompeta y me enamore de eso, yo buscaba un tallito de lechosa y trataba de hacer ese sonido. Un día mi papá me dijo; ven para enseñarte y me entregó un clarinete pequeño”, rememora con nostalgia.
De hablar convincente el saxofonista maeño y radicado en la Ciudad Corazón desde hace varios años, ha dejado su impronta en el recorrido musical por estelares orquestas como la del maestro Rafael Solano, a quien le agradece la oportunidad y la experiencia acumulada al lado del autor de la emblemática canción “Por Amor”. En esa pieza universal, el maestro Colón ejecutó el saxo.
Como saxofonista merenguero ha logrado una sonoridad y dueño de crear un estilo diferenciador, tanto en el de orquesta, como en otros géneros que domina en el que se pueden citar el jazz , bossa nova y hasta la música típica, afirmar los conocedores.
Como músico con especialidad en saxo alto y tenor, su experiencia abarca desde la Sinfónica Nacional hasta las orquestas populares y solistas como Primitivo Santos, Milly Quesada, Juan Luis Guerra y 440, La Gran Manzana, Fausto Rey ,Vinicio Franco y otros más.
Autodidacta
— Un referente
En su dilatada trayectoria ha logrado pasearse por distintos escenarios para demostrar su versatilidad como músico, compositor, arreglista y maestro de su inseparable saxo, sumado a las conferencias, artículos y charlas.
*Por Fior D’Aliza Taveras