Goodyear, arizona.-Si hay un jugador que se beneficiará de no tener que ver las formaciones especiales de las defensores contrarios será el dominicano José Ramírez, de los Guardianes.

Ramírez vio cómo los equipos de la oposición se iban con cuatro jardineros contra él, y muchos batazos que bien podrían haber sido indiscutibles terminan en outs. Ahora, ese dolor de cabeza podría ser mucho más ligero. “Me gusta jugar con todas mis fortalezas y jalar la bola”, destacó Ramírez.

“Pero cuando le das a la bola, no sabes dónde caerá…. Espero y creo que esto va a beneficiarme, pero veremos en qué resulta todo eso”.

El tercer y último indicador es la protección. Ramírez no ha tenido a una verdadera amenaza detrás de él en el orden al bate por un buen tiempo. Ahora, los Guardianes tienen a Josh Bell, quien podría cumplir con ese rol y permitirle a Ramírez ver mejores envíos. “Queremos que le lancen a Josey y si no lo hacen, queremos que paguen el precio”, manifestó Francona. “Creo que Josh Bell va a ayudarnos bastante en ese sentido, especialmente frente a los lanzadores zurdos”.

Quizás este podría ser finalmente el año en el que Ramírez levante ese trofeo de Jugador Más Valioso de la Liga Americana que tanto ha anhelado.

En cualquier caso, está listo para regresar al dugout sin preocuparse por la lesión. Y sus niveles de entusiasmo ya son palpables desde bien temprano en la primavera. “Siempre estoy ansioso por verlo”, reconoció Francona.

“Es tan bueno que lo hemos visto tener buenos arranques, inicios lentos, pero al final, termina siempre entre los mejores cinco bateadores de la liga.

Expectativas

— Saludable
Existen varios indicadores de que este podría ser otro gran año para Ramírez y el principal está sano. El cañonero ambidiestro demostró el año pasado qué tan difícil es desempeñarte sin estar al 100% saludable físicamente.