NUEVA YORK.-Una juez neoyorquina sentenció el miércoles a José María Marín, ex presidente de la Confederación brasileña de fútbol, a cuatro años de cárcel por su participación en el escándalo de corrupción que sacudió a la FIFA.

La jueza Pamela Chen, de la corte federal de Brooklyn, también ordenó que Marín deberá pagar los 3,3 millones de dólares que ganó en sobornos que le pagaban compañías de mercadotecnia deportiva a cambio de suculentos contratos para transmitir torneos importantes.   Marín, de 86 años, deberá pagar además una multa de 1,2 millones de dólares, dijo Chen.

El gobierno había pedido una condena de 10 años.   Marín es el primer sentenciado en Estados Unidos entre los acusados en el sonado caso que no se declararon culpables y fueron a juicio.

El escándalo de corrupción sacudió el mundo del fútbol en todo el mundo y fiscales estadounidenses llegaron a acusar a un total de 42 personas y varias compañías deportivas.

Chen dijo el miércoles que a pesar de la edad del brasileño quiso imponer una sentencia dura para disuadir a otros de cometer el mismo crimen.

La juez también dijo que Marín y otros peces gordos del fútbol que hablan de amar a este deporte se acabaron convirtiendo en su cáncer.   «(Marín) podría fácilmente haber dicho que no (a los sobornos)», dijo Chen.

«Cuando cometió este crimen ya era un hombre rico».   La juez también destacó que su crimen fue uno de «pura, absoluta y desenfrenada avaricia».

El brasileño rompió a llorar antes de oír su sentencia, cuando le tocó el turno de hablar a Chen, en una audiencia que duró casi tres horas.

«Lo siento mucho si alguien ha sido perjudicado por mis acciones», dijo Marín, vestido en un uniforme de preso verde y hablando a través de un intérprete.

«Soy un hombre sin futuro. Mi única preocupación es mi esposa».   Claramente agitado, Marín también dijo a los fiscales y a la juez que obtuvo la posición de presidente de la Confederación brasileña porque era el más mayor de los candidatos y que él nunca formó parte del comité ejecutivo de la FIFA.

«Yo estaba dedicado a preparar la Copa del Mundo», dijo sobre el torneo que Brasil albergó en 2014.   El brasileño suplicó que no le quiten la forma de sustentar a su esposa, quien estaba presente en la sala.

En un momento dado sus abogados tuvieron que calmarle y Chen ordenó un descanso de 10 minutos para que se recompusiera. El brasileño ya ha cumplido 13 meses de cárcel que contarán hacia su sentencia.

Casi la mitad de los acusados se declararon culpables. En diciembre, el ex presidente de la federación peruana, Manuel Burga, fue declarado inocente, mientras que la sentencia del paraguayo Juan Ángel Napout, el ex presidente de la CONMEBOL, está prevista para el 29 de agosto.

En diciembre, Marín fue hallado culpable de asociación para delinquir, fraude bancario y lavado de dinero. Sus abogados han argumentado que el brasileño no tomaba decisiones en el sistema de sobornos y que simplemente hacía lo que otros le decían.

Sin embargo, el fiscal estadounidense Sam Nitze destacó el miércoles que Marín era de hecho una figura clave en la toma de decisiones.

«Este es un caso de una corrupción muy arraigada que ha hecho mucho daño al deporte», dijo el fiscal.   Se espera que en octubre se celebre una audiencia para estipular como se repartirá la restitución a empresas que fueron víctima del esquema de sobornos.