Santo Domingo.-El pionero de la bachata, José Manuel Calderón, presentó su libro autográfico “El primer bachatero del mundo’’, obra escrita junto a la periodista Marivell Contreras, con el cual pretende dar más claridad a la historia del género.
“Quiero con esta obra aclarar varias fechas que le han dado en la opinión publica’’, dijo el artista.
El cantante asegurtó que es el primero en grabar esta música y que la misma surgió el 30 de mayo de 1962, por lo que pretende que se declare esa fecha como Día Nacional de la Bachata.
Su bachata
Calderón reveló que la primera bachata llamada “Condena” o “Qué será de Mi’’ es de la autoría del compositor Bienvenido Fabián, ya fallecido.
El intérprete de “Luna’’ dijo que aunque se siente ser el pionero de la bachata, y la gente le llama así, lo acepta con mucha humildad y sin nada de ego.
Para el mes de mayo celebrará sus 56 años de trayectoria y es ese el mismo tiempo de la bachata.
“Ser pionero es un privilegio y un don que Dios me dio, porque yo no tenía dinero, ni siquiera para grabar’’, expresó en exclusiva para EL DÍA.
Para él su bachata preferida y con la que más se identifica es “Llanto a la luna’’, canción de 1963, y es el tema que más le piden sus seguidores.
El bachatero negó que se fuera a retirar de los escenarios y reafirma su presencia en el ruedo artístico, al presentarse en el concierto ‘’Pioneros de la bachata’’, junto a Luis Segura y Leonardo Paniagua, en el marco del VIII Congreso Internacional de Música, Identidad y Cultura en el Caribe, dedicada a “Bachatas y Cuerdas, en las expresiones del Caribe’’, en el Centro León.
Calderón ha popularizado los temas “Armocito de mi alma”, “Señora bachata”, “Que te vaya bien” y “Esa que va por la calle”, entre otros más.
En los inicios el ritmo era calificado de “música de guardia’, de “cabaret” y otros términos despectivos, pero dijo que eso ya ha desaparecido.
“A nivel internacional no se habla así, esas son cosas del pasado. Eso fue una elite”, agregó el artista. Resaltó que esos toques que le da la juventud la ha llevado a otra dimensión.
*Por Fior D’ Aliza Taveras