Hace 31 años, Jorge Drexler lanzó su primer disco; un éxito rotundo… 33 copias vendidas, 31 de ellas a personas que conocía y se las vendió personalmente.
De forma jocosa y sarcástica, el uruguayo hoy ganador en varias ocasiones de Latin Grammy, recordaba esta época y bromeaba sorprendido con la cantidad de jóvenes en el público las noches del sábado y domingo en su regreso a Santo Domingo tras nueve años de ausencia.
“Había bastante gente que no había nacido, levanten la mano para verlos… Bienvenidos a la música de los nuevos milenials (…) ese álbum era un cassette, un device que teníamos antes”, bromeaba con sus seguidores.
Sobre un escenario que representaba una hoja en blanco, Drexler lo dio todo en un escenario que no necesitó grandes escenografías ni pantallas, únicamente su talento, sus canciones y sus historias, que se complementaban con las destrezas de sus seis músicos, los cuales tienen proyectos artísticos individuales que fueron recomendados y promocionados por el intérprete “Asilo” durante el show de forma orgánica. Además, resaltó que esta fue la banda que trabajó con él “Tinta y Tiempo”, el disco con el que ganó siete Grammys Latinos en la última entrega y cuya gira presentó en el país de la mano de Santo Domingo Pop.
“Cuando uno lleva muchos años escribiendo canciones, además de contradecirse a las otras, uno quiere saber qué pasa después en esa historia”, dijo previo a “Era de amar”, un sencillo de 1998.
Entre canciones, anécdotas, sarcasmo, ironías y chistes que le salían de lo más natural, el artista interpretó 26 canciones, entre ellas “La Bilirrubina” de Juan Luis Guerra, en un espectáculo que se convirtió en un desborde de arte puro. Drexler se preocupó por hacer al público partícipe de las melodías creando dinámicas para hacer sonidos acordes al tema de turno. Firmó un disco, una fotografía, recibió flores, complació a un grupo de fans que llevó una pancarta que agarraron entre unas siete personas pidiendo “Universos paralelos; dedicó una canción a una seguidora uruguaya que se encontró en Boca Chica el sábado; corrió en el escenario, perdimos la cuenta de cuantas guitarras usó y conectó con sus seguidores de una forma que él mismo estaba sorprendido… y lo comunicaba.
No en vano se ha convertido en un artista multireconocido por las premiaciones. Desde su primera aparición, tras compartir unas notas de voz de una conversación con una prima suya sobre cómo ha evolucionado el amor, la poesía y la ciencia en las cosas de la vida, Jorge Drexler fue ovacionado de pie, y así fue toda la noche.
Disfrutaba de escuchar el coro que orquestaba el público, tanto como el público de quedarse en silencio cuando la canción ameritaba escucharlo únicamente a él. Las grabaciones en los celulares no cesaban, y tras cada gran ovación, su agradecimiento era tal, que se arrodillaba con todo y guitarra, colocaba sus manos en el pecho y manifestaba su emoción. En más de una ocasión besó el escenario.
“Muchas gracias por el calor, el silencio, el ruido. Me ponen tan contento (…) He visto gente loca, pero no tan amorosamente loca como aquí”, sostuvo.
Además de las 26 canciones que preparó, cantó otras tres que el público pedía, literalmente, a gritos, entre ellas “Antes” (1998) y “Guitarra y vos”, la que interpretó entre risas, pues dijo tener tanto sin cantarla que casi no la recordaba.
Tenía desde el 2014 sin estar en suelo dominicano, así que contaba con muchas historias para compartir, así que lo hizo. “Tinta y tiempo es una especie de mantra o auto consejo. Cuando un autor se impacienta en el cuerpo a cuerpo con una hoja en blanco. En ese proceso tiene que aprender a no impacientarse, pero yo aún no lo aprendo. No es más fácil escribir, cada vez es más difícil. Pero misteriosamente aparecen esas canciones que sí tienen sentido”, dijo.
Entre los éxitos que interpretó están “Tocarte”, “Todo se transforma”, “Deseo”, “El plan maestro” y “Silencio”.
