El jengibre es una planta herbácea originaria del sureste asiático y ampliamente reconocida por sus propiedades medicinales. Gracias a su alto contenido de nutrientes y compuestos bioactivos, se ha utilizado tradicionalmente para aliviar diversos problemas de salud, incluyendo afecciones cardíacas, digestivas, respiratorias e incluso el cáncer de colon.
Este rizoma contiene vitaminas del complejo B (B1, B2, B3, B6 y B9), así como vitaminas C y E. También es rico en minerales como aluminio, fósforo, calcio, magnesio, hierro, zinc y potasio. A ello se suman aceites esenciales como el gingerol, con potentes propiedades antioxidantes y enzimas proteolíticas que ayudan a descomponer las proteínas.
¿Quiénes deben evitar el jengibre?
Aunque el jengibre aporta múltiples beneficios, su consumo no es recomendable para todas las personas. Según la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos (NLM, por sus siglas en inglés), se deben evitar los productos herbales durante el embarazo y la lactancia, ya que muchos de estos suplementos no están suficientemente regulados ni estudiados para su uso en estas etapas.
El jengibre también puede interactuar con medicamentos, especialmente aquellos utilizados para controlar la presión arterial o que afectan la coagulación de la sangre. En dosis elevadas, puede reducir los niveles de azúcar en la sangre, lo que representa un riesgo si se combina con ciertos tratamientos farmacológicos.
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La NLM advierte que durante el embarazo, el consumo de suplementos de jengibre debe hacerse bajo supervisión médica. En cuanto a la lactancia, si se consume jengibre como parte de la dieta y con moderación, no se han identificado riesgos conocidos. Sin embargo, aún no hay suficiente evidencia sobre su efecto como suplemento en madres lactantes, por lo que se recomienda consultar con un profesional de salud.
Otros beneficios comprobados
La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural señala que el jengibre estimula los jugos digestivos, favoreciendo así la absorción de nutrientes. También ayuda a reducir las náuseas, previene calambres, mejora la circulación sanguínea, alivia las migrañas y combate el envejecimiento prematuro. Asimismo, contribuye a disminuir los niveles de estrés y fortalecer el sistema inmunológico.
Fuente: Infobae
