MIAMI.-Jeb Bush se suma al plantel de aspirantes a la candidatura presidencial republicana básicamente con las promesas de lograr que Washington “se deje de molestar” y de ser fiel a sus convicciones.
Su objetivo parece complicado en una puja en la que sus credenciales conservadoras serán cuestionadas minuciosamente.
“Haré mi campaña al igual que como serviría, yendo a todos sitios, hablando con todos, cumpliendo con mi palabra, enfrentando los problemas sin mosquearme”, señalan extractos del discurso de Bush difundidos por su equipo antes de su anuncio por la tarde.
Bush inicia su campaña en un mitin cerca de su hogar de la Florida, en el Colegio Miami-Dade, cuyo estudiantado simboliza la nación diversa que busca conducir.
En un giro inusual para un discurso político destinado a un público nacional, Bush, que es bilingüe, planeaba hablar parcialmente en español. El exgobernador de la Florida considera una prioridad atraer a las minorías.
“En cualquier idioma”, dice su discurso, “mi mensaje será optimista porque estoy seguro de que podemos hacer de las próximas décadas el mejor momento posible para vivir en este mundo”. En un video preparado para el acto, en el que se ven mujeres, minorías y un niño discapacitado, Bush dice que “los más vulnerables en nuestra sociedad deberán estar en primera línea y no en el fondo”.
Esto requiere “un nuevo liderazgo que esgrima los principios conservadores y los aplique para que la gente pueda ponerse de pie”.
No se esperaba la asistencia al acto ni de su padre, el expresidente George H.W. Bush, ni de su hermano, el expresidente George W. Bush. La familia iba a estar representada por la ex primera dama, Barbara Bush, quien dijo una vez que el país no necesitaba otro Bush presidente, y su hijo George P. Bush, recientemente elegido comisionado de tierras de Texas.
Antes del acto, la campaña de Bush presentó un nuevo logo, Jeb!, que ostensiblemente deja de lado el apellido Bush. Bush es uno de once republicanos que buscan la candidatura partidista, y presumiblemente habrá otros más.
