La estrategia de crecimiento del primer ministro japonés Shinzo Abe se enfrenta a la oposición en muchos frentes -desde los agricultores que luchan contra los recortes arancelarios hasta las empresas en contra de los extranjeros en sus directorios– el fomento al turismo tiene pocos detractores.
Es un hecho favorable en una economía que cayó en recesión el último trimestre cuando los consumidores japoneses redujeron el gasto después de que el gobierno aumentó el impuesto sobre las ventas en abril para ayudar a controlar la carga de la deuda más grande del mundo.
Los turistas chinos son ahora quienes más dinero gastan en el mundo, desembolsando 129 mil millones de dólares en 2013, según la Organización Mundial del Turismo.
“Hay mucho espacio para aumentar el número de turistas extranjeros que vienen a Japón con estas economías en crecimiento en nuestra región”, dijo Daiki Takahashi, economista de Dai-ichi Life Research Institute en Tokio.
“Van a tener un gran impacto si la tendencia actual continúa”. Unos 2 millones de chinos visitaron Japón en los primeros 10 meses de 2014.
Ellos todavía tienen que alcanzar el primer puesto para los visitantes de Japón, que queda detrás de Corea del Sur y Taiwán. En total, más de 10 millones de extranjeros viajaron al país el año pasado.