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El primer ministro Shinzo Abe superó los aumentos de acciones y bonos que impulsaron sus predecesores durante el año posterior a pedir un estímulo monetario ilimitado.
Sostener ese impulso le exigirá tener éxito en lo relativo a instrumentar una desregulación.
Haruhiko Kuroda, el gobernador del Banco de Japón que eligió Abe, duplicó las compras de bonos y las llevó a más de 7 billones de yenes (70,000 millones de dólares) en su primera reunión de políticas del 4 de abril, en un intento de impulsar la inflación a 2 por ciento en alrededor de dos años.
Los bonos gubernamentales han retornado 2,1%, indican datos de Bloomberg.