Ante tres años de contracción económica que no tienen señas de terminar, los italianos están perdiendo el impulso de arriesgar.
La cantidad de empresas creadas en el tercer trimestre fue la más baja registrada hasta hoy para ese período, mientras que el ritmo con que quiebran las compañías no da señales de desacelerarse, muestran los informes.
Estas son las secuelas de una recesión que ha debilitado la confianza, haciendo que los bancos y los capitalistas de riesgo sean reacios a correr riesgos.
Las cosas podrían ir de mal en peor si la cantidad de nuevas empresas sigue bajando y aumenta el número de las compañías existentes que cierran, algunas de las cuales cargan con pesadas deudas que no están en condiciones de pagar.
En esos tres meses se crearon alrededor de 73,000 empresas, según un informe del 27 de octubre de Unioncamere, organización que agrupa a las cámaras de comercio de Italia.