Bloomberg News.-En tanto Europa se encuentra en vísperas de cumbres simultáneas que intentan calmar sus dos crisis más angustiosas, la perspectiva de alguien de adentro que participa en las deliberaciones es la siguiente: hay motivos para ser optimistas en cuanto a Grecia. Quizá menos con respecto a Rusia.
Para Paolo Gentiloni, el ministro de Relaciones Exteriores de Italia, muchos indicios señalan que se llegará a un acuerdo –aunque no surja de la reunión prevista para ayer en Bruselas- que permita a la vecina Grecia aliviar su carga de deuda y permanecer en la eurozona.
Gentiloni dijo que ha detectado una “flexibilidad” suficiente de parte del nuevo gobierno griego que lo lleva a pensar que un acuerdo es posible.
“Soy más bien optimista”, dijo Gentiloni en una entrevista durante una conferencia que presenta a dirigentes empresariales y políticos italianos en Nueva York.
Los mercados financieros de Atenas, que se vieron sacudidos después de que el primer ministro Alexis Tsipras ganó la elección el mes pasado con promesas de descartar el acuerdo de rescate que tenía Grecia con homólogos de la eurozona, captaron ese tono el martes.
Los bonos públicos griegos avanzaron por primera vez en cinco días, haciendo volver los rendimientos a tres años nuevamente por debajo de 20 por ciento, en tanto el índice bursátil de referencia avanzó 8 por ciento.
Si las conversaciones programadas para Minsk, Bielorrusia, no logran poner fin al conflicto entre los rebeldes pro-rusos y las fuerzas del gobierno ucraniano, la culpa recaerá en el presidente ruso Vladimir Putin, según Gentiloni.