Bloomberg.-Justo cuando pensaba que lo peor había quedado atrás, Tidjane Thiam encara otro posible golpe a un plan de reestructuración que tiene menos de dos años.
Credit Suisse Group AG se vio la semana pasada frente a una investigación por evasión fiscal y lavado de dinero en cinco países que podría involucrar a miles de titulares de cuentas.
Es el último dolor de cabeza para un máximo responsable que quizá deba pedir a los accionistas un tercer aumento de capital en cinco años, en tanto la firma trata de recuperarse de problemas heredados y pérdidas comerciales sorpresivas.
Thiam está estudiando la posibilidad de vender acciones o llevar a cabo una salida a bolsa parcial de la unidad suiza de la empresa en un intento de liberar capital para expandir la gestión de patrimonio en Asia reduciendo a la vez la banca de inversión.
El máximo responsable, quien dijo en febrero que el acuerdo de US$5.300 millones al que llegó Credit Suisse con los Estados Unidos por las ventas de deuda hipotecaria tóxica fue “pionero”, enfrenta ahora la posibilidad de una renovada incertidumbre respecto a los problemas heredados del banco.
“El problema para Credit Suisse es que parecen ir a ciegas y no tienen idea de lo que resultará de esto”, dijo Piers Brown, analista de Macquarie Group Ltd., que tiene una calificación de desempeño inferior al mercado para la acción.
El banco dijo que la semana pasada las autoridades “contactaron” con sus oficinas en Londres, París y Ámsterdam en relación con asuntos fiscales de los clientes, y que están cooperando.
La medida fue hecha de manera tan secreta que ni siquiera las autoridades suizas del área estaban al tanto.
Investigadores en los Países Bajos arrestaron a dos personas –y se incautaron de un lingote de oro, pinturas y joyas– y están investigando a decenas de personas sospechosas de ocultar millones de euros en cuentas suizas, informó el Servicio de Información e Investigación Fiscal.