Inventando vocablos

Inventando vocablos

Inventando vocablos

Siendo el castellano un idioma tan rico, como dicen, no se justifica que muchos de nuestros presentadores de noticias por radio y televisión se empeñen en inventar nuevas palabras para expresar lo que quieren decir.

A mí se me retuercen las tripas cuando oigo a uno de esos locutores decir, por ejemplo, que la Sala Capitular del Ayuntamiento “resolutó” tal y cual cosa, o que el Presidente de la República “aperturó” el acto inaugural de determinada dependencia oficial.

No me sorprendería escuchar, el día menos pensado, que Danilo Medina se “pantalonizó” cuando le dio el consabido boche al ingeniero que se atrasó en la construcción de una escuela, y que de la misma manera debe “empantalonizarse” (o sea, “ponerse los pantalones”) para dinamizar su Gobierno y sacudirse las garrapatas, como decía Juan Bosch.

Es que todavía hay gente que cree que utilizando palabras raras lucen ser más cultas e impresionan así a los demás.

Aprovecho la ocasión para sugerirles a mis amigos los locutores que no se dejen llevar de lo que yo llamo los “clichés idiomáticos”, y que sean más creativos cuando se refieran al “preciado líquido”, la “pertinaz llovizna”, el “torrencial aguacero” o el “noble bruto”, para citar tan sólo algunos ejemplos, así como tampoco caigan en el vicio del odioso e innecesario “lo que es” (“lo que es el Ministerio Público” por “el Ministerio Público” y así por el estilo).

Total, que es más fácil usar el idioma tal cual es, que complicarlo con palabras y frases inventadas o rebuscadas.



El Día

Periódico independiente.

TEMAS