SANTO DOMINGO.- El personal de salud que batalla contra la pandemia del Covid-19 se enfrenta a cada minuto a amenazas a su integridad como lo es el proceso de intubación, algo complejo, incómodo y agotador.
Al realizar el procedimiento en un paciente contagiado, se liberan microgotas de saliva contaminadas, que aumentan la carga viral en el ambiente, provocando que el riesgo de contagio en el personal de salud sea muy elevado.
De acuerdo a la encargada de UCI de la Clínica Unión Médica, Milci Contreras y el Intensivista del Centro Cardio-Neuro-Oftalmológico y Trasplante (Cecanot), Víctor Melo, colocar el tubo orotraqueal al paciente es cuestión de 30 segundos.
Sin embargo, al ser una enfermedad contagiosa y altamente mortal, el tiempo se extiende, pues previo al proceso, el médico debe utilizar una caja acrílica para cubrir la cabeza, aparte de los lentes y mascarillas protectoras y el habitual traje de bioseguridad.
Según cuenta el doctor Melo, con estos insumos se pierde visión directa para mantener la precisión en la intervención, pues la respiración empaña los lentes y la caja, la cual tampoco no es lo suficientemente transparente retardando así aún más el proceso de atención.
Cuando intubar
—1— Ritmo
De acuerdo al especialista, primero se debe observar si el paciente aumentó el trabajo respiratorio, presentando un ritmo que sobrepasa las 30 respiraciones por minuto.
—2— Niveles
Verificar el nivel de saturación, es decir el nivel de oxígeno en sangre, que no puede ser inferior al 90%.