El tema de la reforma fiscal estaba fuera de debate hace algunas semanas.
A su debido tiempo se empezó a hablar de las reformas y los nuevos acuerdos con el Fondo Monetario Internacional.
Ahora, con un nuevo paquete fiscal, que se dará a conocer en las próximas horas, se habla de cuáles artículos serán gravados.
De plano se excluye a los alimentos. Pero cuando se habla de una manera tan general no se sabe cuál línea de alimentos no será grabada con nuevos impuestos.
De todas formas habrá que ver el tema con mucho cuidado, ya que los alimentos muchas veces entran en el ciclo inflacionario por la vía de otros costos indirectos, como es el caso de los precios del transporte, de los combustibles, de la distancia que hay entre los negocios de expendio y los consumidores finales.
El tema es delicado, aún con las garantías que ofreció el Poder Ejecutivo tras la reunión con los líderes sindicales y representantes laborales del país.
Una vez dispongamos de una nueva reforma fiscal el Gobierno tendrá que emplearse a fondo, a través del Ministerio de Industria y Comercio, para contener con firmeza intenciones inflacionarias que, de todas formas, se desatarán.