Un hombre pasa ante una pantalla con una imagen generada con inteligencia artificial por el artista Refik Anadol, en el Centro de Congresos donde se celebra la reunión del Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, el domingo 14 de enero de 2024. (AP Foto/Markus Schreiber)
DAVOS.- La inteligencia artificial es, de lejos, la vedette para los mandatarios y jefes de empresa del mundo reunidos para escuchar grandes ideas en la reunión anual del Foro Económico Mundial en el lujoso resort de Davos.
Los avances asombrosos de la IA generativa provocaron estupor en el mundo, y la elite presente busca la manera de aprovechar sus perspectivas y minimizar sus riesgos.
En una señal de la resonancia creciente que tiene ChatGPT, la fabricante de OpenAI, su director general Sam Altman debutó en Davos ante la clase de multitudes que se reúnen para escuchar a las estrellas del rock, con su benefactor, el CEO de Microsoft Satya Nadella, pisándole los talones.
La IA tiene una importancia geopolítica que supera la de casi todas las tecnologías anteriores, como lo indica el hecho de que los mandatarios mundiales, desde China hasta Francia, prácticamente no hablaban de otra cosa, incluso en las recepciones posteriores a las conferencias.
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El drama del liderazgo que fue la comidilla del mundo de la IA siguió a Altman y Nadella hasta las nieves elegantes de Suiza.
Altman, despedido bruscamente por el directorio de OpenAI y reincorporado no menos bruscamente por la misma junta, dijo en un evento organizado por Bloomberg que estaba dedicado a “instalar un gran directorio en pleno” y más adelante estudiaría los cambios a introducir en la insólita estructura empresaria, gobernada por una organización sin fines de lucro.
Se negó a responder más preguntas y cuando alguien intentó hacérselas al directivo de OpenAI que lo acompañaba, preguntó a su vez, “¿De veras quiere que dediquemos tiempo a la telenovela en lugar de hablar sobre lo que hará la AGI?”
AGI es la sigla en inglés de la inteligencia artificial generativa, la tecnología capaz de superar la inteligencia humana que OpenAI aspira a crear. De cara a esa perspectiva, Altman habló sobre la tecnología y la humanidad en un panel el jueves.
Por su parte, Nadella dijo que “me siento cómodo, no tengo problemas con la estructura que sea” del modelo operativo de OpenAI, la empresa nueva en la que Microsoft ha invertido miles de millones de dólares. “Solo quiero buena gobernanza y verdadera estabilidad”, dijo en otro evento de Bloomberg.
El fundador del Foro, Klaus Schwab, preguntó al CEO de Microsoft si consideraba que los gobernantes del mundo estaban a la altura de la tarea de crear regulaciones para la IA, pero evitó cuidadosamente las preguntas sobre la gobernanza de OpenAI.
Por su parte, los altos funcionarios desde China hasta Europa presentaron sus posiciones sobre la IA en momentos que el mundo trata de regular una tecnología en rápido desarrollo que tiene un fuerte impacto sobre el trabajo, las elecciones y la vida privada.
La Unión Europea se ha adelantado al resto del mundo al elaborar el primer conjunto de normas regulatorias en el inicio de un año con gran actividad electoral. Las mentiras y desinformación difundidas mediante la IA son el mayor riesgo a la economía global con su amenaza de erosionar la democracia y polarizar a la sociedad, de acuerdo con un informe del Foro Económico Mundial.
El premier chino Li Qiang dijo que la IA es “una espada de doble filo”.
“Los seres humanos deben controlar las máquinas en lugar de permitir que las máquinas nos controlen”, dijo en un discurso el martes. “Se debe guiar la IA en una dirección conducente al progreso de la humanidad, de manera que debe haber un límite en el desarrollo de la IA, un límite que no se debe franquear”, añadió, sin entrar en detalles.
China, uno de los centros mundiales de desarrollo de la IA, quiere “mejorar la comunicación y la cooperación con todas las partes” para mejorar la gobernanza mundial de la IA, dijo Li.
China ha emitido regulaciones interinas para manejar la IA generativa, pero la UE se adelantó a todos con su Ley IA, producto de un acuerdo político arduamente conquistado y que aguarda la sanción definitiva.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dijo que la IA es “una oportunidad muy significativa si se la usa de manera responsable”.
“La carrera global” para desarrollar y adoptarla está en marcha, dijo, y elogió la ley y un programa para aparear supercomputadoras con pequeñas y medianas empresas para entrenar grandes modelos de IA.