Ayer estuve en una interesante conferencia sobre inteligencia artificial. Un tema que copa todos los titulares y las tendencias, al que todavía no llegamos en muchos aspectos, sobre todo las generaciones más mayores.
Dijeron algo que me pareció muy importante, primero que la IA no es humana, es una herramienta más que llega para que la utilicemos los humanos.
Segundo, y lo más destacable, que la IA no nos va a quitar el trabajo o que no debemos verla como una amenaza, sino que aquellos que sepan cómo utilizarla son los que verdaderamente tienen esa ventaja frente a los que decidan quedarse sin incorporarla a su vida.
Y ahí entra el tema de saber cómo hacerlo. Y creo que no se trata de aprender todo de golpe, de apabullarse de información. Es, simplemente, una cuestión de prioridades. Si sabes lo que quieres, hacia dónde quieres ir, sobre todo profesionalmente, tienes que responder a una pregunta: ¿de qué manera la inteligencia artificial me puede ayudar?
Y comenzar por ahí, a que se convierta en esa herramienta que va a lograr que lo que haces, lo hagas mejor. Y es un paso más, simplemente, como lo fue cuando llegó el Internet a nuestro día a día y otros cambios que impactaron en la forma en la que nos desenvolvemos.
Todo lo demás, ese marketing de que es algo negativo si no lo sabes utilizar, que es algo súper complicado para quienes tengan ciertas limitaciones en el mundo digital, debe quedar en un segundo plano y centrarnos en aprender eso que real y efectivamente nos va a servir.
Y verlo como un ingrediente más, simplemente, porque aquellos que se aparten van a quedarse en el camino, y no importa de qué área hablemos. Es algo que ha llegado para quedarse. Nosotros decidimos qué hacemos con ella.