Una discusión inesperada se producía ayer en corrillos y redes, originada en una exhortación de la procuradora Miriam Germán Brito a los fiscales para que se conviertan en garantes de que no serán discriminadas las personas de sectores vulnerables por su condición o inclinación, en el ejercicio de sus derechos legítimos.
En sus instrucciones se refirió a derechos reconocidos por ordenamiento jurídico, de acuerdo con las 100 reglas de Brasilia. ¿Por qué el rifirrafe? Porque de por medio están extranjeros en condiciones migratorias precarias y personas con particulares inclinaciones sexuales.
Dos casos
La verdad es que hasta a los abogados les cuesta a veces vérselas con los procedimientos apropiados y salir airosos, ¿qué no será una persona que busca la protección de la justicia por violencia y por el trato en las instancias del Ministerio Público pueda llegar a ser discriminada o a sentirse en tal situación? Lo mismo un extranjero con un dominio elemental o ninguno del idioma.
Burlas
La violencia es violencia, no importa contra quien sea ejercida y el deber de las autoridades, en este caso fiscales, es el de dar la asistencia que de ellas se espera. Alegaban algunos de los intervinientes que en muchos casos estos impetrantes reciben burlas hasta de fiscales.
