SANTO DOMINGO.-El vicepresidente del Instituto Duartiano, doctor Wilson Gómez, dijo este jueves que desde el nacimiento de la Patria había grupos de poder fraguando anexiones y traiciones contra la Independencia Nacional, porque nunca tuvieron fe en el dominicano, y fue esa fue la gran diferencia entre esos recalcitrantes conservadores o anexionistas y el Padre de la Patria, Juan Pablo Duarte y Díez y sus compañeros trinitarios.
La traición del caudillo Pedro Santana comprometió nuestra soberanía a tal extremo que de bajar nuestra Bandera Nacional y subir el lienzo español, reduciéndonos de nuestra condición de estado a una provincia de ultramar de aquella nación europea.
El Instituto Duartiano mantiene su posición en el sentido de que los restos mortales del general Pedro Santana no merecen estar en este Panteón de la Patria, lugar reservado a los dominicanos de gloria, aquellos que han trascendido en la historia por sus aportes a favor del interés nacional, todos hombres y mujeres que mantuvieron la mayor firmeza en la defensa de la Independencia Nacional y de las acciones que la preservaron, y en este caso que la restauraron.
«Nuestra soberanía no se puede arriesgar con una nueva conculcación, de ahí que toda autoridad dominicana tiene que cumplir y hacer cumplir las leyes para detener la presencia masiva en el país de haitianos ilegales, inclusive de un considerable número de ellos que se han valido y se valen de la falsificación documental», expresó Ramírez.
Entendemos que los esfuerzos que se han realizado en la frontera siguen siendo insuficientes para preservar el interés nacional de los dominicanos y dominicanas; aún no ha sido puesta en práctica una política de Estado que permita asegurar la soberanía territorial de nuestro país.
El vicepresidente de la entidad patriótica, también aseveró que en el Congreso Nacional no se evidencia interés alguno por hacer valer la reserva de le hecha por el artículo 10.2 que se refiere al régimen de adquisición y transferencia de la propiedad inmobiliaria en la zona fronteriza debe someterse a requisitos orientados a privilegiar la titularidad de los dominicanos y dominicanas, protegiendo en todo caso el interés nacional.
El doctor Wilson Gómez Ramírez se expresó con motivo del acto de depósito de una ofrenda floral en el Panteón de la Patria, en ocasión del 155° aniversario del inicio de la guerra restauradora de la Independencia Nacional, la cual contó con la asistencia de directivos y miembros del Instituto Duartiano.
Señaló que este glorioso pueblo había saboreado la miel de la libertad y la semilla que había sembrado el Padre de la Patria y que en el país encontró terreno fértil, para demostrar que la lucha no era sólo contra los haitianos, que no era un problema racial, sino que había una patria que defender contra toda injerencia extranjera.
Estimó que es indudable el mérito del general Duarte en los trabajos de concienciación de la juventud trinitaria, y citó ejemplos claros a una de las primeras víctimas de los traidores que fue el general Francisco Del Rosario Sánchez, asesinado en San Juan de la Maguana, con todos sus compañeros, cuando intentaba rescatar la independencia nacional.
Asimismo, recordó que el general Ramón Matías Mella, Trinitario y patriota insigne, antes de morir, siendo vicepresidente de la República en armas, implementó la guerra de guerrillas, con instrucciones precisas para luchar en principio con el poderoso Ejército español de 30 mil hombres, contribuyendo eficazmente, una vez más, al triunfo de las valientes armas dominicanas.
El doctor Gómez, indicó que la fecha del 16 de agosto de 1863 y la del 27 de febrero de 1844, deben siempre estar en la memoria de los dominicanos, ya ese día un grupo de patriotas encabezado por Santiago Rodríguez enarboló la bandera nacional en el cerro de Capotillo y se cubrió de gloria, empezando la guerra de restauración de la independencia.
Añadió que a partir de ese momento se extendió por todo el territorio, hasta culminar con la victoria de las valientes tropas en 1865, fecha en la cual el poderoso ejército español después de largas y cruentas luchas, derrotado y abandonó el país.
Manifestó que el sentimiento patriótico del dominicano, creado por Duarte y esa inolvidable juventud de su época, había madurado la conciencia nacional y ésta fue una verdadera guerra patria, con el apoyo de toda la población civil, además, para los restauradores esta no era una simple revolución, iba más allá el nacionalismo y de nuestros derechos como Nación, esa era la lucha de la democracia contra el colonialismo, era todo un proceso de avance de los pueblos que se estaba desarrollando en América.