SANTO DOMINGO.-En los sucesos de violencia contra la mujer no solo influye la decisión del hombre de agredir o matar, sino también la de un grupo de personas denominadas “instigadoras”, quienes indagan se interesan en asuntos negativos de algo o alguien para alentar la ejecución de crímenes y delitos.

Estas personas se convierten en propiciadores de violencia con sus informaciones, agudizando la crisis emocional de las personas que se encuentran atacadas por pensamientos irracionales, causados, entre otras cosas, por celos, pérdidas o rupturas de pareja.

Estimulan la violencia
En el caso de Willy Antonio Javier Montero, las perniciosas relaciones en torno a su vida pudieron estimular a que tomara la decisión de rociar “ácido del diablo” a su expareja Yocairi Amarante Rodríguez, de 19 años.

Esto, porque ambas familias coinciden en sentirse sorprendidas por la acción del joven de 33 años, pues nunca mostró señales de violencia y era conocido en la comunidad de María Auxiliadora como un joven trabajador y tranquilo.

La hermana mayor del imputado, Cándida Javier, reveló a EL DÍA que su familiar entró en depresión al separarse de Yocairi y en medio de esa crisis, algunos de sus “amigos” acudían a contarle de las andanzas de la víctima con su otra pareja. “A la gente le gusta mucho estar contando y mal aconsejando, le enseñaban vídeos de ella y los celos son malos consejeros”, afirmó Cándida.

No se justifica
De acuerdo al psicólogo Luis Vergés, la ciudadanía y el entono de la persona son corresponsables de los efectos de la violencia por el tipo de actitud que asumen. Aunque destacó que la responsabilidad mayor es de quien ejecuta y debe pagar por su hecho.

Cuando hay un problema que nos ridiculiza y nos pone hasta cierto punto en desventaja social con los demás, hacemos una demostración exagerada para reivindicar nuestro orgullo y mucha gente comete el error de “echar leña al fuego”, en vez de ayudar a bajar los niveles de reactividad emocional”, dijo Vergés.

De su lado, el psicólogo, Noel de la Rosa afirmó que la conducta del ser humano es una combinación de impulsos internos y los estímulos del ambiente que le rodean, por lo tanto, si ese estímulo se enfoca en incrementar la crisis, el impulso de hacer daño se fortalece.

Aunque, enfatizó que la depresión no justifica un acto de violencia, porque no inhibe a la persona de medir las consecuencias.

Buena relación

— Ambas familias
A pesar del fatídico suceso, las familias de Yocairi y Willy Antonio mantienen relaciones armoniosas debido al vínculo que las une, que es la niña de dos años de ambos. Sus familiares están sorprendidos por el hecho.