Nueva York.-Un informe dado a conocer ayer en Nueva York denuncia “la crueldad del sistema de inmigración” de Estados Unidos, el más grande del mundo, manifestada en el funcionamiento cotidiano de los centros de detención del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) a través del país, y aboga por reformas que pongan fin a este sistema de exclusión.
El informe “Cruel by Design- Voices of Resistance from Immigration Detention”, realizado por el Proyecto de Defensa del Inmigrante y el Centro de Derechos Constitucionales, afirma además que las prácticas de detención durante la pandemia, que comenzó en marzo del 2020, no solo pusieron de relieve las condiciones “inaceptables” de esos centros de detención, sino que ayudaron a propagar el coronavirus en esos centros y fuera de ellos, incluso hasta otros países.
Contagios en Haití
El informe recuerda que el hacinamiento, la falta de cuidado médico y las condiciones insalubres exacerbaron la pandemia en los centros de detención y comunidades aledañas, y que al deportar a individuos contagiados se exportó el virus a países como India, Haití, Guatemala o El Salvador.
El Gobierno federal ha invertido un estimado de 333 mil millones de dólares en este sistema desde que el Departamento de Seguridad Nacional fue creado en 2003, tras los atentados terroristas que hubo en el país dos años antes.
“Somos humanos, pero ICE no piensa eso”, dijo Edinson Calderón, uno de los entrevistados, quien estuvo detenido durante cuatro meses después de huir de la homofobia en Venezuela.
Asegura que desde el 2003 más de 200 personas han muerto bajo custodia del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas.
Huelga en Haití
En otro orden, la Policía Nacional de Haití dispersó con gases lacrimógenos una manifestación de centenares de trabajadores que ayer reclamaban mejores condiciones salariales, en el contexto de la grave crisis económica y sociopolítica que atraviesa el país.
La protesta se realizó en frente de la Sociedad Nacional de Parques Industriales (SONAPI), el principal polígono industrial de la capital haitiana, dedicado en su mayoría a la confección textil dirigida a la exportación.
Los trabajadores exigían el aumento del salario mínimo de 5 a 15 dólares por jornada laboral de 8 horas, además de otros beneficios laborales, como subsidios al transporte y a la comida.
El secretario general de la Central Autónoma de Trabajadores de Haití (CATH), Fignolé Saint Cyr, explicó que hace dos años que no se reajusta el salario mínimo en el país.
El sindicalista recordó que, según la ley haitiana, cada vez que la inflación supera el 10 %, el salario mínimo debe ajustarse, y actualmente el alza de precios es del 24,6 % anual. Unos 4,9 millones de personas, el 43 % de la población del país, requieren de ayuda humanitaria.
Piden mayor salario
— Huelga
La manifestación fue reprimida por la Policía con gases lacrimógenos y, según el sindicalista, “hay mujeres heridas y embarazadas indispuestas». Los trabajadores pretenden volver a manifestarse hoy, para defender “un salario digno”, dijo Saint Cyr.