Hay titulares de primera plana que merecen toda la atención de la inmensa mayoría de empleados, públicos y privados, que viven y honran compromisos familiares gracias a un salario.

El tema del aumento salarial se entrampa, de tiempo en tiempo, entre las partes que deben buscar una salida. En el trayecto hay amagos de avance, pero en un punto del camino se suspenden los diálogos entre los sectores involucrados.

Hay expectativa en el sector laboral cuando se lee: “Funcionarios del gobierno y comerciantes ofrecen apoyo a la propuesta del Conep sobre aumento de salarios”.

El ministro de Agricultura, por ejemplo, está de acuerdo con un aumento en ese sector, pero condicionado. ¿A qué? Plantea que se haga en el marco de la prudencia, pide sensatez y agrega que se debe pensar en el momento que estamos viviendo.

El presidente de un partido opositor no favorece un ajuste voluntario de los salarios; y más bien apoyaría un incremento de un 25 %, tanto en el sector privado como en el Estado.

Así llegamos a un punto donde, a falta de una solución a las demandas de aumento de sueldo, el sector sindical le recuerda al presidente Luis Abinader que, como jefe del Estado, tiene múltiples responsabilidades como el principal empleador del país.

Esperemos que, sin demora, haya una solución a este tema que, de tiempo en tiempo, enfrenta más amagos que decisiones. Entendemos que es hora de poner un ejemplo de sensibilidad ante el deterioro de la calidad de vida en el país.