La inflación de la eurozona aceleró a su ritmo más veloz desde enero de 2013. Los analistas esperaban que alcanzara la marca de 2 por ciento, pero el hecho de que lo hiciera podría darles argumentos a los que piden que se termine el programa de estímulo monetario del Banco Central Europeo.

Las últimas proyecciones del banco estiman una tasa de inflación promedio del 1,3 por ciento para este año.

La institución tendrá la posibilidad de actualizar esos pronósticos la semana que viene, cuando se reúna su Consejo de Gobierno.