Silem Kirsi Santana
No habría sido posible presenciar una transformación tan impactante en los negocios de hoy sin la incidencia de la cuarta revolución industrial, también conocida como Industria 4.0.
Si bien es cierto que los avances tecnológicos han provocado una metamorfosis en las organizaciones, no menos cierto es que esa innovación ha inducido una evolución no solo de los procesos, sino del personal a cargo de desarrollar cada actividad en el entorno laboral.
Anteriormente, se esperaba que un empleado realizara múltiples roles; en la actualidad, es notable ver cómo las maquinarias han suprimido varias tareas y cada vez es menor el número de empleados requeridos para realizar determinadas labores.
Sin embargo, aunque esto pudiera representar la supresión de empleos, más bien se traduce como un impulso a la mejora continua y un desarrollo profesional superior. En ese sentido, el enfoque actual es que los empleados cuenten con capacidades diferenciadoras que los equipos tecnológicos no han logrado sustituir, como aquellas habilidades blandas que favorecen un rendimiento óptimo y una convivencia laboral armoniosa.
La Industria 4.0 ha introducido asimismo las maravillas de la inteligencia artificial, una herramienta fundamental para optimizar procesos y eliminar tareas repetitivas. Esta combinación, junto con la creatividad y el talento humano, potencia la fuerza laboral, lo que permite una mejor toma de decisiones y la personalización de la experiencia del cliente, activo principal de las empresas.
La inteligencia artificial ha posibilitado que los empleados se enfoquen en actividades más estratégicas, lo que mejora notablemente la eficiencia y la productividad.
La Industria 4.0 fomenta la colaboración entre las máquinas y los seres humanos, con una perspectiva innovadora dirigida a diseñar productos adaptados a los intereses y necesidades del consumidor.
Sin lugar a duda, se avecinan cambios importantes en el panorama empresarial global; es por ello que diversas compañías están acelerando sus procesos de transformación digital, implementando herramientas tecnológicas que le permitan afrontar esos nuevos desafíos y poder mantenerse competitivas en un entorno empresarial tan dinámico.
