Indefinición en el básket

Indefinición en el básket

Indefinición en el básket

Uno de los graves problemas que tradicionalmente han confrontado los ciudadanos de este país, no importa la clase social, es que dejan todo para última hora, y quizá por eso es que se ha hecho ya un “himno” la frase de que “ el dominicano pone candado después que le roban”.

Esto lo traigo a colación porque, a estas alturas, todavía la Federación Dominicana de Baloncesto desconoce si los dos jugadores de más nivel con que cuenta la selección nacional estarán presentes en el Campeonato Mundial que se efectuará en China del 31 de agosto al 15 de septiembre.

Es decir, que estamos apenas a noventa días para la inauguración del evento, y nadie sabe en que pie está parado el país para lo que será su tercera participación en un mundial.

Ya se debía saber si Carl Anthony Towns y Al Horford cerrarán fila con la selección, porque no se puede seguir con esa incertidumbre y sobresalto.

República Dominicana estará en el grupo que completan Francia, Alemania y Jordania, donde la única victoria posible, si no hay un colapso, es ante estos últimos.

Contra los franceses la situación es casi imposible, aunque estén estos dos estelares de la NBA, mientras que con ellos se puede echar el pleito ante los alemanes.

Con tan poco tiempo para ese evento, hay que poner las cuentas claras, y saber desde cuál es el material humano disponible.

El tiempo se acorta, y no se puede seguir transitando el camino de la improvisación que siempre nos ha caracterizado, es ahora o nunca.
Rafael Uribe, presidente de la Federación de Baloncesto, junto al equipo técnico que lo acompaña, tienen la última palabra, porque el país espera una buena actuación en el Mundial.



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