Incendio en Duquesa, amenaza que complicó lucha contra COVID-19

Incendio en Duquesa, amenaza que complicó lucha contra COVID-19

Incendio en Duquesa,  amenaza que complicó  lucha contra COVID-19

El traslado de agua y arcilla se mantuvo de manera constante, a pesar de eso, no fue sino cuarenta días después de iniciado el incendio que se sofocó. ELIESER TAPIA

SANTO DOMINGO.-Cuando la pandemia mostraba sus peores garras, cuando los empresarios evaluaban la imposibilidad de mantener el cierre y los empleados seguían las incidencias con preocupación exponencial, incendiaron Duquesa.

Los efectos del siniestro en el vertedero donde depositan sus desperdicios a cielo abierto los municipios del Gran Santo Domingo empezaron a sentirse en la población a partir del 28 de abril, cinco días después de haberse juramentado las nuevas autoridades municipales.

Ese martes, el aire purificado por la reducción de las emisiones de CO2 producida por la disminución del tránsito vehicular, fue infestado con el humo y los contaminantes de Duquesa, despertando en horas de la madrugada y con perturbación a los habitantes de la capital.

El caso era grave, el SARS-CoV-2 produce una enfermedad respiratoria que puede desencadenar en neumonía.

Se moviliza atacando a mayor velocidad que la de las defensas corporales en los pacientes con complicaciones previas.

Así que, con el humo del vertedero, la posibilidad de un incremento en la gravedad de los pacientes tocaba a la puerta.
Novedades de incendio
Si bien no era la primera vez que el vertedero se incendiaba, esta vez se extendió inicialmente por al menos unos 150, 000 metros cuadrados.

La cobertura aumentó con el paso de los días llegando a requerirse de la participación los distintos cuerpos de bomberos del GSD en labores de enfriamiento y la contratación de personal para el vertido de arcilla.

Las dimensiones totales de Duquesa rondan el millón de metros cuadrados. La basura es vertida sobre basura, alternándose la ubicación del depósito de los camiones circunstancialmente.

Esto ha originado con el paso de los años, protuberancias en el terreno de entre cinco y siete metros de altura, dando espacio a que el material orgánico produzca en su descomposición, gas metano.

Los incendios previos eran aleatorios, pero esta vez, Duquesa ardía en los puntos cardinales bases.

No había posibilidad alguna de una expansión de las llamas de manera natural en un lugar diariamente frecuentado por miles de personas.

La conclusión a la que llegaron las autoridades era obvia, manos humanas habían provocado la crisis, tal vez por simple maldad o tal vez procurando algún otro fin (político por ejemplo).

Pasividad en Los Casabes
Duquesa está anclado en el sector Los Casabes de Villa Mella, Santo Domingo Norte. Sus residentes inicialmente se dedicaban al corte de la caña y mutaron su actividad productiva al reciclaje tras destinarse estos terrenos para el vertido de basura a partir del año 1990.

Son personas de clase media y baja que hace ya mucho dejaron de sentir preocupación por los daños a la salud que ocasionan los gases esparcidos al aire al evaporarse los lixiviados de la basura.

Todos (en el mejor de los casos), tienen al menos un familiar cercano asmático o con enfermedades de la piel.

EL DÍA se acercó a ellos en busca de alguna exigencia y/o reacción airada, pero no la encontró, están adaptados. Su preocupación en ese momento era que se apagara el incendio, no porque afectaba su salud, sino porque el acceso al vertedero había sido impedido por las autoridades, y en él está su medio de producción.

Presión capitalina
Pero una actitud muy distinta a ellos adoptaron el resto de los 3.5 millones de personas que viven en el Gran Santo Domingo.

Las quejas eran alarmantes y muy preocupantes para el gobierno.
Se distraía este de la derrota municipal sufrida en marzo, concentrado en enfrentar la pandemia y no podía permitirse un nuevo foco aversivo con las elecciones presidenciales por delante.

Así que se puso en funcionamiento la comisión interinstitucional creada por el presidente Danilo Medina en enero vía el decreto 21-20 para el cierre técnico del vertedero.
Todavía al 19 de mayo la parte occidental del vertedero era un horno.

El terreno era de color negruzco y ardía amenazadoramente como si tuviera vida propia.
A la par que, equipos pesados realizaban complejas y peligrosas labores de vertido de arcilla procurando evitar el pase de oxígeno al subsuelo.

Los días restantes se debió aceptar la humareda en la ciudad en horas de la madrugada. En ese horario, la dirección del viento cambiaba de norte a sur.

Otros datos

—1— Extracción
500, 000 metros cúbicos de arcilla fueron extraídos del terreno de Duquesa a fin de extinguir las llamas.
—2— Apoyo
Una brigada élite de bomberos de Puerto Rico se integraron a los trabajos.
—3— Circulación
Al menos 500 camiones acceden al día a Duquesa a verter basura.

Conversión a relleno
Solución. Finalmente el 2 de Junio, el ministro de Obras Públicas, Ramón Pepín y el alcalde de Santo Domingo Norte, Carlos Guzmán convocaron a la prensa para mostrar el resultado de los trabajos realizados y el incendio ya extinguido.

Pepín informó que se crearían dos celdas para el depósito de los desechos acondicionadas con geomembranas, canal de drenaje para los lixiviados y chimeneas para la quema de los desechos de manera controlada. No dio fechas para su fabricación por lo que, está por verse si un nuevo gobierno lo ha de priorizar o se olvidará hasta que, vuelvan a incendiar Duquesa.
A la fecha aún no se sabe quiénes y con qué propósito lo hicieron.



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