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Impulsividad, agresividad y violencia

Dra. Amalfis Núñez Por Dra. Amalfis Núñez
Amalfis Núñez
Dra. Amalfis Núñez

Impulso: deseo o emoción que lleva a realizar algo intempestivamente y sin reflexión. Impulsividad: rasgo de la personalidad caracterizada por la reacción rápida, inesperada y desmedida ante alguna situación externa que se presente.

El impulsivo no piensa en las consecuencias, no controla sus impulsos ni emociones; por lo tanto, se considera que es una persona imprudente, inconsciente, arriesgada e irresponsable, con poca tolerancia a las frustraciones y al estrés y muchas veces incontrolable.

La impulsividad puede ser funcional (personas muy aventureras y que son de rápida acción en el proceso de la información), disfuncional (puede tener inconvenientes para la interacción social y no reflexionan, generalmente con consecuencias negativas en su vida) y la impulsividad patológica (cuando es un síntoma de trastorno psicológicos o psiquiátricos: en el trastorno antisocial y bipolar trastorno de la atención y de la alimentación).

Esta impulsividad puede dar paso a una conducta agresiva. La agresividad es un estado emocional que conlleva a desear hacer daño físico o emocional a alguien o a algo.

Se considera una reacción ante estímulos que la persona considera como amenazantes en la que también tienen poca capacidad al control de sus impulsos y esto facilita la reacción violenta. Está ligada a la impulsividad disfuncional y patológica. Puede llevar a la violencia.

La violencia es el uso de la fuerza para conseguir un objetivo, dominar a alguien o imponerse. Actos con la intención de infringir daños físicos a alguien o algo.

Es importante revisarse y detectar alguna de estas características. Se pueden trabajar con psicoterapia y evitar lamentables hechos.

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