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¿Impulsarán los aranceles la inversión en República Dominicana?

Eymi Silvestre Por Eymi Silvestre

Santo Domingo.- La reciente ola de aranceles impulsada por Estados Unidos plantea un nuevo escenario global que obliga a repensar las estrategias para atraer inversión.

En este contexto, surge una pregunta clave: ¿está preparada República Dominicana para convertirse en un destino más competitivo?

El economista Miguel Di Franco, en un artículo publicado en el Centro Regional de Estrategias Económicas Sostenibles (CREES), advierte que el país enfrenta importantes desafíos.

Lea también: ¿Cómo afectaría la guerra comercial arancelaria entre Estados Unidos y China a República Dominicana?

Asimismo, sostiene que, en la más reciente ronda de medidas tarifarias recíprocas, República Dominicana figura entre las economías con un arancel promedio del 10% sobre sus importaciones.

Di Franco, explica que, si estas tarifas se consolidan como permanentes, será necesario compensarlas mediante una reducción de costos internos mayor al 10%, un aumento proporcional de la productividad, o una combinación de ambos factores.

Reformas para ser más competitivos

Por lo que señala que la clave está en mejorar la competitividad a través de reformas que generen un entorno de negocios más favorable, lo que implica reducir costos y promover políticas que estimulen la productividad.

“La inversión, en este sentido, es un catalizador fundamental. Aporta capital, generalmente escaso en el país, y permite establecer procesos productivos más eficientes, que generan empleos de mayor calidad y mejor remuneración”, afirma el economista.

Di Franco asegura que para que República Dominicana logre atraer mayores flujos de inversión extranjera directa y transforme su aparato productivo, es urgente avanzar en reformas estructurales, las cuales deben centrarse en reducir costos y establecer reglas claras, estables y equitativas para todos los actores, sin importar el tamaño de sus operaciones.

El economista puntualiza que áreas clave para esta transformación incluyen el sistema tributario, el mercado laboral, el sector energético, el mercado de hidrocarburos, la eficiencia burocrática, el cumplimiento legal y la rapidez en la resolución de conflictos.

Di Franco agrega que la resistencia a realizar reformas estructurales debe ser confrontada por el nuevo escenario de disrupción arancelaria internacional, que amenaza con impactar a todas las economías del mundo.

De lo contrario, subraya que el país corre el riesgo de desaprovechar una oportunidad histórica para modernizar su economía y consolidarse como un destino atractivo para la inversión.

Actualmente, la inversión extranjera directa (IED) representa el 3.6% del producto interno bruto (PIB), un nivel apenas superior al promedio histórico, sin contar los picos excepcionales de 2012 y 2017, producto de la venta de una empresa relevante.

No obstante, apunta que, en un entorno inflacionario global, las cifras nominales pueden inducir a error. Por ello, dijo que es crucial comparar la IED con variables reales.

También, resalta que una parte importante de estos montos no proviene directamente del exterior: en 2021, el 51.6% correspondió a reinversión de utilidades de empresas ya establecidas en el país; en 2022 y 2023, ese porcentaje fue del 34.8% y 38.9%, respectivamente.

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Eymi Silvestre

Periodista del área económica.

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