No se sabe, a ciencia cierta, cuántos haitianos y venezolanos entran a República Dominicana a diario. El año pasado, según la Organización Internacional de Migraciones de las Naciones Unidas, entraron 25,872 venezolanos al país. Muchos de tránsito para seguir su peregrinaje hacia Estados Unidos, España u otras naciones de la región.
La Cancillería de Colombia calificó la llegada masiva de venezolanos a su territorio como un “asunto de seguridad nacional”.
En cambio, las autoridades dominicanas no parecen preocuparse, significativamente, por esta singular migración silenciosa.
El tema sí preocupa, y muy sensiblemente, a Ecuador. De tal forma que el canciller de ese país, José Valencia, anunció una cumbre regional en septiembre con 13 naciones de la región para discutir solo ese punto. Adelantó que están invitados Argentina, Brasil, Bolivia, Colombia, Costa Rica, Chile, México, Perú, Paraguay, Panamá, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.
Ecuador puso la voz de alerta e intenta llegar a un consenso regional sobre un protocolo que, de manera conjunta, afronte esta crítica situación migratoria. No es para menos, ya que Ecuador recibió entre enero y agosto más de un millón de venezolanos.
La Cancillería dominicana debe confirmar, en los próximos días, la participación del país en esta cumbre regional tan importante, de forma tal que podamos tener el remedio a mano, antes de que nos arrope más la enfermedad.