SANTO DOMINGO.-Tener tigres como mascota, más que un gran lujo, implica el cumplimiento de estrictas normas de seguridad para evitar altos riesgos y amenazas a quienes los adquieren, y para la fauna en sentido general.
Estos grandes mamíferos depredadores, que abundan en las selvas tropicales y suelen ser atractivos por su pelaje anaranjado con rayas negras y ventral blanco, son carnívoros que aun bajo estricta seguridad son peligrosos.
Para el reconocido ambientalista y miembro de la Academia de Ciencias de la República Dominicana, Luis Carvajal, los grandes mamíferos depredadores están en ecosistemas donde en la cadena alimentaria existen otros animales que les sirven de caza y abundan en espacios de sabanas.
“Islas pequeñas como la nuestra no tienen capacidad biológica para tenerlos de manera natural ni siquiera adaptados, por lo tanto su introducción constituye un contrasentido ambiental”, asegura el experimentado profesional.
El manejo
Deplora que en un país comprometido con la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres y donde una buena parte de biodiversidad está en peligro de extinción y bajo restricciones importantes de manejo, se permita la importación de especies en riesgo, al margen de que puedan reproducirse en cautiverio.
Señala que es un mensaje negativo, ya que implica mantenerlos enjaulados, fuera de su hábitat, y se traduce en tortura.
“Aquí no hay posibilidad de que escape una pareja de tigres, se multipliquen y creen una población como ocurrió con jurones, y el caracol gigante africano, pero su presencia en cautiverio en condiciones individuales, por gente de poder, contrarresta los mensajes que llaman a proteger la biodiversidad”, refiere Carvajal.
Autorización
Los permisos de importación de tigres (Panthera o Felis u Onca), vía el Departamento de Regulaciones y Control de Vida Silvestre de la Dirección de Biodiversidad del Ministerio de Medio Ambiente, se dan a parques zoológicos y temáticos, además a personas con ranchos y fincas para exhibición, lejos de asentamientos humanos, y verja perimetral con cableado eléctrico, precisó Ivelisse Figuereo, encargada.
Particularidades
—1— Características.
Son animales solitarios; no viven en grupos, a excepción de las hembras, que viajan con sus crías en grupos de tres o cuatro.
Se reúnen en épocas de reproducción.
—2— Requisitos.
Jaulas con doble malla de metal, de tres cámaras que pueden ser controladas independientes, dos preparadas para proveer los alimentos, y tres puertas.