Impacto y manejo del trastorno depresivo en la tercera edad

Impacto y manejo del trastorno depresivo en la tercera edad

Impacto y manejo del trastorno depresivo en la tercera edad

Desafortunadamente el trastorno depresivo se puede enmascarar con afecciones médicas que coexisten muchas veces en pacientes con síntomas físicos.

Pareciera lógico pensar que la depresión en adultos mayores se debe a pérdidas que ocurren al final de la vida, ya sea el caso de familiares cercanos o de la salud física; sin embargo, la evidencia médica no apoya esta hipótesis sino que concluye que la depresión clínica a esta edad es evitable.

Yamil Fernández Peña, médico psiquiatra de los Centros de Diagnóstico y Medicina Avanzada y de Conferencias Médicas y Telemedicina (Cedimat), expresa que la psiquiatría de la tercera edad es una de las subespecialidades de la medicina que se preocupa por evaluar a los adultos mayores.

Explica que esta rama se ha convertido en una disciplina crucial porque las condiciones neuropsiquiátricas más comunes son el trastorno depresivo, las demencias (trastorno neurocognitivo mayor) y el trastorno delirante (delirium), la cual han estado aumentando como consecuencia de un incremento sostenido y sin precedentes de la población de más de 60 años.

Factor de riesgo
El especialista en salud mental precisa que la depresión clínica representa un factor de riesgo que predispone la demencia, puntualizando que esto es cierto aun cuando la depresión ocurre varios años antes de la aparición de la demencia.

Aclara que así como la depresión predispone la demencia, lo opuesto también es cierto, la demencia de tipo alzhéimer (la más común de las demencias) y la demencia vascular predisponen a trastornos depresivos el 30-50 % de los casos.

Incidencia de depresión
En ese sentido, el especialista resalta que las depresiones significativas también aumentan la incidencia de enfermedades cardiovasculares, citando la hipertensión arterial, aterosclerosis coronaria (acumulación de grasas, colesterol y otras sustancias dentro de las arterias y en sus paredes), sobre todo cuando la depresión no fue manejada de forma adecuada. Agregando que “se ha evidenciado que el 25 % de los pacientes mayores que tienen infarto al miocardio o requieren cateterismo, también tienen una enfermedad depresiva simultáneamente”

Se puede enmascarar
Fernández señala que desafortunadamente el trastorno depresivo se puede enmascarar con enfermedades médicas que coexisten, muchas veces en pacientes que refieren síntomas físicos, especialmente dolor, el cual se tratan con analgésicos o ansiolíticos en vez de diagnosticar la depresión de base y tratarla.

Asimismo, destaca que es preciso enfatizar otro fenómeno bidireccional y es que las enfermedades físicas tienden a empeorar la depresión y las depresiones hacen que el paciente sea más sensible a los síntomas físicos, en especial el dolor.

El galeno señala que siempre es un reto el poder tratar correctamente los síntomas físicos sin descuidar los síntomas neuropsiquiátricos de los pacientes que se tratan en consulta.

Tratamiento basado terapia
En los casos de que el paciente no responda a los antidepresivos o si es una depresión con síntomas delirantes, como paranoia, alucinaciones o en caso de que se niegue a comer o tomar líquidos, entonces se recomienda recurrir a un tratamiento basado en la terapia electroconvulsiva, el cual es el tratamiento más seguro y efectivo, a pesar del estigma que existe acerca de la peligrosidad de dicho tratamiento.



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