La ignorancia y el fanatismo encuentran un gran aliado en la desinformación, fenómeno que se expande por la degradación del ejercicio periodístico.
No en vano el Foro Económico Mundial citaba la desinformación como la principal amenaza del mundo y así ha sido.
La situación se agrava porque los sectores que mantienen la racionalidad se sienten intimidados.
Cabe resaltar que esas conductas la encontramos en los extremos que se hacen llamar conservadores o liberales.
Ejemplos tenemos de sobra.
El más reciente caso lo vemos a partir de una invitación de la Organización Internacional de las Migraciones (OIM) para la apertura de una oficina de asistencia y orientación al inmigrante.
Ignorantes, extremistas, desinformadores y un periodismo mediocre usaron ese hecho para divulgar que en Punta Cana se instalaría un centro de acogida de refugiados haitianos.
Una gran falsedad.
Lo primero es que por ignorancia o maldad se pretende desconocer la diferencia entre inmigrantes y refugiados o las funciones distintas de la OIM y el ACNUR.
En el mundo hay regados más de dos millones de inmigrantes dominicanos, que no tienen categoría de refugiados. En esos países cientos de miles de dominicanos han recibido orientación y asistencia.
Igualmente en República Dominicana tenemos un empresariado con gran incidencia de inmigrantes que ninguno llegó al país como refugiado y nunca han adquirido esa categoría.
Bajo ninguna circunstancia el territorio dominicano puede acoger campos de refugiados haitianos y en eso el gobierno dominicano ha sido firme.
Pero igual tampoco se puede impedir que los inmigrantes que han llegado al territorio dominicano sean orientados y asistidos.
La ignorancia, el extremismo y la desinformación pueden provocar más daño que cualquier otro fenómeno social.