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San Francisco de Asís, hijo de un rico mercader, abandonó todos los lujos para dedicarse a una vida de pobreza y la predicación del amor de Dios.
Este evangelio de caridad y amor a Dios, se extendió por toda Europa, así Francisco fundó la orden de los frailes mendicantes o Franciscanos.
Santa Clara nació también en Asís, hija de un conde. Se conmovió con las prédicas de san Francisco y cuando su padre quiso casarla con un joven adinerado, escapó de casa y se refugió con San Francisco, quien la acogió y la introdujo a la vida monástica.
