Iglesia de San Carlos, erigida por los inmigrantes canarios

Iglesia de San Carlos, erigida por los inmigrantes canarios

Iglesia de San Carlos, erigida por los inmigrantes canarios

Vista frontal de la Iglesia San Carlos, con el frente plano, puerta arqueada y ojiva redonda para el paso de la luz.

Los inmigrantes procedentes de las islas Canarias se establecieron en nuestro territorio en un sitio alto fuera de las murallas, lo que se constituyó en el poblado de San Carlos.

Las islas llamadas también Afortunadas, conocidas desde muy antiguo por griegos y romanos, fueron conquistadas para la corona española a comienzos del siglo XV.

Sin embargo, el proceso fue lento y no se terminó sino hasta 1494, en que la corona de Castilla, completó la posesión de todas las islas.

El interior de la Iglesia.

Fue en la Gomera, una de las islas de este archipiélago, en donde Colón hizo escala antes de emprender su viaje por el mar tenebroso, rumbo a la tierra del Gran Khan, tropezándose con un continente desconocido que luego se llamaría América.

Las islas Canarias fueron no solo fuente de avituallamiento para las naves que navegaban rumbo a las Indias, sino que además de comida y agua, aportaron emigrantes en diversas épocas.

Muchas fueron las familias que partieron rumbo a las nuevas tierras, acosadas por la escasez, las enfermedades y sobre todo por la peste que se enseñoreo de las islas.

Cómo se construyó
Estos inmigrantes canarios, aposentados en el poblado de San Carlos de Tenerife, erigieron primero una ermita en honor del santo. En el primer cuarto del siglo XVIII se empezó la construcción de la iglesia, de una sola nave, sin crucero, terminando en ábside poligonal.

Los muros se levantaron en tapia, reforzados por grandes pilastras de piedra y ladrillo, las que, a su vez, sostienen unas enormes vigas transversales (antiguamente de madera, hoy en día de hormigón armado), las que soportan una cubierta de dos aguas, de tejas.

La cubierta del ábside es una bóveda bastante plana que se apoya sobre el polígono que cierra el presbiterio.
La iglesia posee sobre el extremo de su muro este, una torre de planta cuadrada, campanaria, de una altura no mayor que la nave central.

Vista lateral con la torre del campanario. César Langa Ferreira

La capillita
En la parte baja de este campanario se produce una comunicación interna con el área anterior al presbiterio, en donde se encuentra una capillita dedicada hoy, al Santísimo Sacramento. Se trata de un espacio sobrio, con una mesa de altar que sostiene uno de los más bellos sagrarios del arte colonial dominicano.

Repujado totalmente en plata dorada y decorado con figuras alegóricas al consagrado cuerpo de Cristo.

En el siglo XX se erigió, detrás de los muros del presbiterio, un anexo en hormigón, que tuvo las funciones de residencia y oficina parroquial.

La planta única de la iglesia presenta tres accesos, el principal es un portón de grandes dimensiones, en medio de una arcada de medio punto, sin decoración alguna.

Sobre este portal se practicó un ósculo a modo de lucernario que recuerda el espacio en donde se colocaba el rosetón, durante el periodo gótico.

Exterior sobrio
Otros dos accesos laterales se practicaron en los muros este y oeste, con arcos rebajados y colocados entre los contrafuertes que sostienen la techumbre. El aspecto exterior de la iglesia es sumamente sobrio y desnudo de elementos ornamentales.

En el interior de la nave se encuentra un enorme retablo en el presbiterio, de estilo barroco, de tres calles, con dos pares de columnas salomónicas que sostienen un remate en doble nivel.

El inferior con una hornacina cuadrada con la imagen de San Carlos Borromeo, en medio de dos enormes volutas barrocas, limitadas por un par de pequeñas columnitas del mismo estilo.

El conjunto está rematado por una peineta de rica talla, con aplicación de pan de oro. En el centro, la imagen de la hornacina principal representa a la Virgen María, se trata de una talla de vestir, propia de finales del siglo XVlll.

Este monumental y bello retablo, introduce en la sencillez del espacio arquitectónico la calidez propia de una obra de arte del periodo colonial dominicano.

A ambos lados del retablo, así como a lo largo de las paredes interiores de la nave, existen imágenes religiosas complementarias, incluyendo un crucifijo que podría ser del siglo XVlll, además de piezas que marcan el característico viacrucis.

Para reuniones

— Histórica
En esta iglesia, Juan Pablo Duarte, padre de la patria dominicana, y el cura Gaspar Hernández, comenzaron los contactos para la fundación de la Sociedad secreta La Trinitaria en el 1838.

*Por MARÍA CRISTINA DE CARÍAS, CÉSAR IVÁN FERIS IGLESIAS Y CÉSAR LANGA FERREIRA